Carta de los Lectores Opinión

Carta de los lectores

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Un sol sin ocaso

Señor director:

En esta Navidad focalizamos el nacimiento del niño Jesús, y nuestra mente se embarga de felicidad, porque es momento de reflexión, unión, paz, armonía y amor familiar al ver el niño Dios en pañales, sobre un pesebre, acompañado piadosamente por José y María.   La Navidad también nos provoca euforia ante la perspectiva de una cena familiar e intercambio de regalos, pero, desgraciadamente, ha sido atrapada por el consumismo, provocando también angustia, dolor ante la situación de como nos vamos a hacer para comprar el lechón, pavo, pasteles, los tamales, los regalos, la ropa que hay que estrenar, los bocadillos y muchas cosas más.

 Olvidamos la verdadera importancia de la festividad del nacimiento de Jesucristo; olvidamos que es noche  de paz, porque nace el rey del mundo, que es donde se inicia la liberación. Una liberación que no puede venir de quien no es libre.

 En esa noche de paz nace Jesucristo el liberador, el liberador del hombre del mundo, el Verbo encarnado del que se derivan todas las cosas.

 La Navidad para  los cristianos no debe significar un solo día del año, sino que diariamente debemos llevar al Hijo encarnado en nosotros, para que nazca todos los días en nuestras relaciones con nuestros hermanos, cuando el rico comparta lo que tiene; cuando el pobre que tiene poco reparta lo poco que tiene; cuando el hambriento y el sediento reciban pan y agua; cuando en lugar de odio busquemos la paz, evitando las guerras por medio del amor, entonces Jesucristo seguirá naciendo en todos los hombres y así valdrá la pena ser hombre, ya que el mismo Dios se hizo hombre.

 Para el cristiano siempre será Navidad en su corazón cuando cante la manifestación del amor humanitario de Dios todos los días. Por eso hagamos una pausa en nuestra vida y en la noche de paz miremos con respeto a las madres y a las mujeres, descubramos en ellas, al menos esta noche de paz, un símbolo de la Virgen María; fijémonos  en nuestro prójimo, recordando que es hermano de Jesucristo y hermano nuestro.

 Jesucristo nace en un establo, de una familia pobre, siendo los pastores los primeros testigos del acontecimiento y en esa pobreza se manifiesta la gloria del Cielo.

 Es el nacimiento de un sol sin ocaso.

Atentamente,

Amín Cruz

Nueva York

El Nacional

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