Carta de los Lectores Opinión

CARTA DE LOS LECTORES

CARTA DE LOS LECTORES

Política exterior

Señor director:

 

Sobre los asuntos de política exterior, son muchos los comentarios hechos en la televisión por periodistas, abogados, economistas, por representantes de organizaciones no gubernamentales y hasta “por defensores de los Derechos Humanos”, algunos con posiciones que tocan la razón y otros hablan movidos por intereses particulares, debido a que se atreven a señalar que la soberanía de la nación dominicana es un “término abstracto”.

Quizás estos señores que a diario escriben en los periódicos desconocen que la política exterior de la República Dominicana está inspirada en principios y lo que debe suceder es que estos se hagan operativos para el desarrollo del interés nacional enriqueciéndose con una planeación adecuada. Escudarse en los principios, a veces quizás contra toda razón, da la idea de debilidad o dejadez para diseñar una solución. Los principios indican lo que debemos hacer y los intereses que nos conviene perseguir.

La política exterior de la República Dominicana debe ser el resultado de una sabia unificación de unos y otros. Una política exterior bien diseñada con los principios y los intereses no tiene por qué chocar-eso creemos-.

Expertos en política exterior entre los que podemos citar a Víctor Gómez Bergés, ex embajador en la Santa Sede, y el diplomático y escritor Manuel Morales Lama que al escucharles hemos podido comprender de que existen tres posibilidades obvias de enfocar nuestra política exterior a partir de lo que debe ser, de lo que quisiéramos que fuera o de lo que es. Respecto al deber ser consideramos a nuestro modo de ver que sería necesario señalar que una política sustentada en abstracciones y buenos deseos sirve de poco. “Olvidar esto último nos llevaría a trabajar sobre supuestos imaginarios”.

No debemos engañarnos, pensando que vivimos en un mundo que se adaptará fácilmente a nuestra voluntad. El deseo no determina la realidad radicalmente sin una evolución de nuestro poder pues acabaría por estropear nuestra postura internacional. Debemos diseñar nuestras acciones en función de lo que es.

 

Atentamente,

José S. Méndez

 

El Nacional

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