Enfermos mentales
Señor director:
El pasado sábado estuve en el barrio Las Flores, de Cristo Rey, investigando dónde estuvo el cine El Coloso, lo que aproveché para saber el estado de salud de Rafael Expedito Amador Méndez, un hombre de 40 años, que enfermó mentalmente a raíz de la muerte de una hermana en un accidente de tránsito.
Me informaron que Rafael estaba en el hospital psiquiátrico Padre Billini, pero que los familiares de éste enfrentaban un serio problema, debido a que el personal del centro de salud, quería que fueran a buscarlo para tratarlo clínicamente en la casa.
En el centro de salud prometieron a los familiares de Rafael darle los medicamentos y cualquier tipo de orientación para que puedan asistirlo en la vivienda.
Me dijeron que en el hospital exigen que el enfermo sea sacado del mismo debido a que se encuentra mejor de salud, a pesar de que en ocasiones ha hecho episodios de agresividad que sólo un personal entrenado sabe cómo enfrentar.
Supe además, que en ocasiones Rafael exhibe un comportamiento inadecuado, fruto de la enfermedad mental que lo aqueja.
Al escuchar tales informaciones me horroricé al ver cómo se maneja la salud mental en el país, especialmente en el sector oficial, donde se supone que debe existir todo un procedimiento para proteger en todo momento al paciente, a los familiares de éste y a cualquier ciudadano en general.
En mis 40 años de ejercicio periodístico siempre creí que todas las personas tienen derecho a la mejor atención disponible en materia de salud mental, la cual debe ser parte del sistema general de salud.
Creo además, que las personas que padecen una enfermedad mental, o que estén siendo atendidas por esa causa, deben ser tratadas con humanidad respetando su dignidad como persona y tomando siempre en cuenta que se trata de un ser humano
Estimo también que todo paciente debe ser protegido ante la posibilidad de sufrir algún daño, incluida la administración incorrecta de medicamentos, los malos tratos por parte de otros pacientes, del personal o de otras personas.
Pero, al parecer, enviar a la calle a los enfermos mentales pobres es la norma en un centro de salud que debe ser ejemplo de ejercicio de la medicina.
Atentamente
Ruddy Germán Pérez
Periodista