Falso médico
Señor director:
El Nacional es, de verdad, es «La voz de todos» y se puede equivocar, pero sin premeditación. Expreso precisiones sobre el editorial del 27: «Asombrosa historia «, el cual se hizo eco de un hecho delictivo ocurrido en el hospital José María Cabral y Báez. Me sorprendió que el editorialista aceptara como historial verídico la crónica informativa general de ese día, donde se mezcló lo verdadero con lo fantástico y farragoso. Un delincuente simuló ser médico y, el doctor Filmen Guzmán, médico residente de cirugía, dijo que cuando él, en emergencia, se dispuso a cerrar una herida de arma blanca a un paciente, el rufián disfrazado de médico le prestó ayuda pasándole gasa y pinzas. Es cierto que el delincuente logró pasarse los días 24 y 25 en el hospital sin despertar sospecha. Su disfraz le funcionó.
El 25, el bandido subió a los pisos superiores. Identificado como médico, una pariente de un enfermo le preguntó cuándo operaría a su familiar. Lo llevó hasta la cama y el ladrón, le dijo que había que comprar el material de osteosíntesis y que su costo era de 45 mil pesos. Le propuso que le buscara el dinero y en la mañana estaría operado. La mujer le entregó 20 mil pesos. Le hizo la misma propuesta a familiares de otros dos enfermos. Pero uno no entregó el dinero porque sabía que para cirugía ortopédica el hospital da una receta.
Los familiares del tercer paciente cayeron en el engaño y el delincuente los estafó con 10 mil pesos. En ningún momento el ladrón hizo procedimientos, y, no hizo, como dijo El Nacional, cirugía de columna vertebral. No fue a quirófanos, porque para eso necesita cómplices. En Santiago hay periodistas que no envían hechos noticiosos reales y que irresponsablemente sobredimensionan noticias. Algunos, sin pensar, dijeron que el falso medico dio 161 puntos de sutura a un herido y hubo que intervenirlo nuevamente. Como hay un centímetro entre punto y punto, deja dicho que la supuesta herida tenía más de 1.5 metros de longitud, lo cual es absurdo. Puedo asegurar que no hay desorden ni descuido de las autoridades del hospital. Fue un hecho lamentable, lo reconocemos, pero en justicia usted sabe que hechos similares ocurren en clínicas privadas y en todos los hospitales del mundo.
Atentamente,
Dr. Pedro Mendoza.
Santiago

