Bebidas
Señor director:
El Ministerio de Interior y Policía autorizó recientemente el expendio de bebidas alcohólicas sin límite de horario a partir de 10 de diciembre en curso hasta el 7 de enero de 2013. Entre las pocas especificaciones que hace el ministro, señala como beneficiarios de dicha apertura a los bares, restaurantes y discotecas. En ningún momento se refiere a los famosos colmadones, que de seguro están incluidos, y, si no lo están, ellos mismos se incluyen.
Los colmadones son una preocupación para la población que habita en los barrios, pues sustraen la tranquilidad de los moradores, al concentrar clientes en las aceras y calles laterales y/o frontales a esos repudiados negocios, que no dejan dormir a los niños, a los ancianos ni a los jóvenes decentes que se acuestan antes de la segunda mitad de la noche.
Muy satisfechos están con esta disposición oficial los colmadones, que trabajan día y noche, afectando a sus forzosos escuchas con sus altos ruidos y música con mensajes negativos, más los efectos de la ingesta de alcohol y otras sustancias. Ese horario sin restricción favorece los ingresos de esos negocios y satisface el estilo de vida de sus clientes, pero se roban la tranquilidad, el sosiego y la salud de la gente del vecindario, en violación a derechos elementales.
En medio de la violencia en ascenso, no es razonable autorizar el expendio de bebidas alcohólicas sin restricción de negocios ni de horario, sino establecer mayor control de los colmadones, cuya proliferación debiera ser controlada desde sus inicios, cuando están poniendo pisos e instalando toldos en las aceras, violando con ello los derechos de los peatones y de los vecinos contiguos.
Es probable que el señor ministro de Interior y Policía no conozca el estilo de vida de los barrios, pero debería cerciorarse con sus empleados y con los policías de poco o ningún rango, que en gran parte proceden de ambientes carenciados.
Como ya la autorización está en vigencia, solo queda esperar las consecuencias y orar al Altísimo para que no permita que suba la violencia, los heridos y los muertos con el consabido aumento de ingesta de bebidas alcohólicas y de otras sustancias perjudiciales a la sana convivencia y a la poca paz que tenemos.
Atentamente,
Lic. Santiago Martínez.
Santo Domingo.

