Carta de los Lectores Opinión

CARTA DE LOS LECTORES

CARTA DE LOS LECTORES

Alfonso Moreno

Señor director:

Leí por la prensa, y con sumo agrado,  que el doctor Abigaíl Cruz Infante había dedicado un libro a la biografía de mi muy recordado amigo el doctor Alfonso Moreno Martínez. Pero también leí, para mi incomprensión, que el libro es parte del Museo de la Resistencia.

Nada tengo contra el libro o contra el museo. Pero llevar la biografía a dicho museo es grave inconsistencia. El Museo es un recuerdo de los hechos y de las personas que, descontentos con el régimen dictatorial de Rafael Leonidas Trujillo, resistieron la opresión. Alfonso y sus hermanos Pilia y Jesús, resistieron. Pero lo hicieron por amor a la libertad. Sin resquemores ni ambiciones.

Pero, una vez que los nunca bien ponderados héroes del 30 de mayo cumplieron su misión de desarticular por la fuerza aquel régimen,  Alfonso se dedicó con igual nobleza a crear un pueblo nuevo sin mirar atrás.

Lo  más arraigado del espíritu de Alfonso no era la revancha sino la conciliación y lo constructivo en el futuro. Fue el más conciliador de todos los dirigentes del Partido Revolucionario Social Cristiano, y  conocí a muchos y muy a fondo.

En mi primera entrevista con Alfonso en 1962, enfatizó: “Acabada la dictadura,  nosotros estamos dedicados a crear un país no como Puerto Rico, no como Cuba sino la República Dominicana como la soñó Juan Pablo Duarte”. Hace ya cincuenta años de estas palabras, pero quedan grabadas en mi mente.

Un partido como el del machete verde, del que fui designado Asesor Doctrinario, con tantos jóvenes valiosos, bien formados y aspirantes al liderazgo absoluto, propio de la edad, escenificaba con facilidad la divergencia y la división. Y en todo momento emergió Alfonso como ente conciliador. Cuando surgió la división interna que dieron por llamar la “línea dura” y la “línea blanda”, Alfonso, junto con Yuyo D’Alessandro  lideró la “línea blanda”.

Y ahí entramos en un mayor e intimo contacto en las reuniones de los Directorios de Promoción Popular, de los que tanto Alfonso como yo éramos miembros. Allí Alfonso se caracterizó también por la conciliación ante la diferencia de opiniones y desavenencias.

Idóneo me pareció el Archivo de la Nación o la Biblioteca República Dominicana o la Biblioteca Nacional para acoger la biografía de Alfonso.

Pero, son lentejas, las tomas o las dejas.

Atentamente,

Lic. Francisco Dorta-Duque

Santo Domingo

El Nacional

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