Carta de los Lectores Opinión

Carta de los lectores: Primeras bebidas en el país

Carta de los lectores: Primeras bebidas en el país

Señor director:
Las primeras bebidas conocidas en la Isla fueron las traídas por los descubridores, particularmente el vino. En la Villa de Santo Domingo, en tiempos de Ovando, por el 1509, existía la famosa taberna de Pie de Palo. Y no faltó, por aquellos años, la afamada Casa de Mujeres Públicas, de alguna celestina.

Los refrescos favoritos, aquí, en la época colonial, eran el Agua Loja y la Zambumbia; ésta introducida de México, seguramente por las naos que traían el Situado.

Por lo menos en 1866 –que así sería años antes- se vendía cognac francés y ginebra, ambas bebidas en pipas. También se vendían entonces la ginebra imperial, el Kummel, la ginebra aromática, y el anisado, en garrafones. En la reseña de una fiesta, en 1874, se leía: “La deliciosa horchata no faltó, y el espumoso Champagne”.

En 1879, según Emilio Rodríguez Demorizi en su obra Lengua y Folklore de Santo Domingo, se vendía en la Villa vinos franceses y españoles, anisado de Mallorca, vinos de Oporto, Madeira, Jerez, Málaga, Clicquot, cerveza Porter, vino Catalán, Vermouth Guarnache, en damezanas.

También se tomaba el brandy Robin, el brandy de Aliados, la ginebra legítima de Holanda, y la cerveza francesa de Bobee, a $2.00 el canasto. En los brindis oficiales se usaban la madera y el champagne. Es curioso el bajo precio de los alambiques, para la destilación criolla: costaban desde $175.00 hasta $800.00 en 1879, en la tienda de Donato Salvucio.

En 1880 se anuncian las bebidas criollas: ron viejo –dos años- al precio de 50 centavos ¡el galón! De la Destilería de M. Puche. El ron de 10 años se vendía a $3.00 el galón. Era refinado por medio del aparato de Egrott”.

Por el mismo año de 1880 se tomaban aquí la limonada gaseosa y el agua de soda. Algunos años después fue introducida en Sánchez, por José V. Demorizi, la primera fábrica de gaseosas. Las había de distintos tipos: entre otros de limón, de frambuesa, de vainilla; y la soda amarga.

Por toda la República hubo rones afamados: el Paulino, de Baní, ya desaparecido. El Beltrán de Santiago, también desaparecido, del que habla Alix, en unas décimas, y José Martí, en sus apuntes de viaje por el Cibao. Después aparecieron los rones de más fama actual, en el país: Tavarez, Brugal, Bermúdez, Carrión, Barceló.

Entre los refrescos más populares se encuentran el prú, el mabí de El Seibo, el mabí corriente, de bejuco de indio. También son populares aún los refrescos de jagua, de tamarindo, de jengibre, de piña.
Juan B. Nina.

El Nacional

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