Bien por Minerd y ADP
Señor director:
El asomo de concordancia de planes y acciones entre el Minerd y la ADP es un buen indicio en la recién llegada de ambos ejecutivos a sus respectivas posiciones. Por arrogancia, no por incapacidad la histórica experiencia es que estas dos entidades caminen por rumbos diferentes y actitudes antagónicas y hasta aguerridas en vez de perseguir objetivos comunes sin que ninguno claudique en sus definidos y respectivos compromisos.
El primer y principal compromiso del gremio debe ser conquistar reivindicaciones para sus asociados, y el de la Minerd debe ser gestionar bien el sistema educativo sobre la base de que el primero y principal compromiso son los alumnos y la mejoría de la calidad de la educación. Los maestros son beneficiarios directos de los logros del sindicato pero son a su vez, los que trabajan con los alumnos, habida cuenta de que los alumnos son los actores No. Uno del sistema.
Ellos, juntos aunque no reburujados, debieran trabajar las acciones que beneficien al sistema sin perjuicio de los docentes como 2do. actores del mismo.
La Minerd debe reconocer los derechos de los maestros a una justa remuneración, buenas condiciones de trabajo, buen seguro médico, ser respetados como personas, como profesionales, y en sujeción a la Ley 66/97 y el Estatuto del Docente. El sindicato, que asuma y oriente a sus miembros de que los educandos son el número 1 del sistema de educación, que tienen derecho a una educación en permanente mejoría de su calidad y en buen ambiente pedagógico y humano.
Tienen derecho a recibir clases a tiempo completo y a no ser víctimas de los reclamos de los educadores. Que ADP y la Minerd asuman en confianza reclamarse y sugerirse entre si la corrección de errores y/o exceso por cualquiera de las dos entidades haciendo uso de la poderosa arma del dialogo sincero.
Xiomara Guante y Antonio Peña, profesionales dignos y capaces, libre de excesos, prepotencia y aguajes como han abundado en gestiones anteriores en sendas entidades, han comenzado con buen pie tal como lo pregona la gente de arriba y de abajo augurando que esa relación se mantenga por un periodo razonable y que redunde en beneficio del estudiantado y del sistema de enseñanza, y con ello produzcan una tregua, también razonable, libre de los acostumbrados ruidos escenificados por ministros y gremialistas.
No conocemos la hoja de vida de Peña Mirabal. Solo sabemos que fue viceministro de Educación por alrededor de tres años y que se manejó bien, que fue honesto y transparente, que no se le pegaron bienes ajenos, que no fue ladrón. A la gente le gusta su plomo, sus actitudes y su tranquilidad.
Lic. Santiago Martínez