Club María Auxiliadora

De tanto clamar la intervención del señor Danilo Díaz, Ministro de Deportes, para que medie en el conflicto del club María Auxiliadora con la comunidad, sin que él siquiera se haya referido al caso de manera pública y responsable, la comunidad ha ido perdiendo la confianza en el ministro, frente a un club que ha cambiado su papel de contribuir a formar niños, adolescentes y jóvenes con mente sana en cuerpo sano, libres de prejuicios y perversidad, por un negocio con actores desconocidos para ese club.

Durante ocho meses la intervención de Danilo Díaz ha sido la necesidad prioritaria de la comunidad, bajo el entendido de que él tiene la autoridad requerida para solucionar el impasse entre los actores del negocio y la comunidad.

Es frecuente ver a Danilo en los periódicos, las redes y en televisión, en eventos relacionados con sus funciones pero no ha encontrado tiempo ni camino para llegar al club María Auxiliadora o invitar a las partes en conflicto a su despacho para dejar solucionada la discrepancia causada por usurpación de derechos de una de las partes.

La parte ofendida, se ha cansado de pedir a la autoridad competente, pero no ha acudido, provocando con su negligencia actos de violencia que deben evitarse.

El está faltando a su rol, en un cargo público para el cual se le paga. En los nuevos tiempos los funcionarios de pose y de escritorio no caben, están en desuso. No es posible que por negligencia o ambivalencia de un incumbente, las partes discrepantes tengan que acudir al ámbito del palacio de gobierno para terminar con un conflicto que involucra a una comunidad, y que por falta de atención pudiera degenerar en desenlace lamentable.

Es contraproducente que la comunidad de María Auxiliadora este amenazada a perder su club en un momento en que el gobierno debiera estar sembrando miles de nuevos clubes en todo el país para incentivar en la población una cultura de paz, donde no tengamos que llorar una púber de 11 años muerta por otra de 12 años, estudiante del mismo curso de una misma escuela.

Un ambiente donde la ira, el odio y la competencia de poder no acechen a nadie para quitarle la vida. En medio de la confusión, la comunidad María Auxiliadora clama la intermediación de cualquier funcionario del superior gobierno, con sensibilidad y don de gente, acercarse a lo que queda de ese club y poner su autoridad a su servicio, hasta resolver el conflicto que está afectando a toda la comunidad de María Auxiliadora. Hágalo hoy señor Danilo, mañana podría ser tarde.

Lic. Santiago Martínez