La Iglesia católica aprovechó ayer la celebración del Día de la Altagracia para advertir sobre los efectos de la corrupción pública y privada y llamó a respaldar la lucha contra ese flagelo.
Los obispos de la provincia La Altagracia y Santiago, Jesús Castro y Pedro Bretón, señalaron que la corrupción daña a la República Dominicana.
Ambos dirigentes religiosos abordaron el tema en sendos actos religiosos con motivo de la fecha.
Monseñor Castro dijo que ese mal es una “lacra que está destruyendo la sociedad de la República Dominicana y que se convierte en humillación, en afrenta cuando disminuye para numerosos ciudadanos los recursos y se difunden sin parar la pobreza extrema”.
El prelado católico pidió la unidad de los dominicanos para combatir la pandemia.
“No podemos seguir cada uno por nuestra propia cuenta. De una vez y por todas tenemos que aprender a caminar y a trabajar unidos”, agregó.
De su lado, Bretón dijo que no honran a la Virgen de la Altagracia ni hacen crecer al pueblo dominicanos los malhechores que malversan los bienes públicos.
“Como regalo único a la Virgen que dé al pueblo corazones dóciles por la voluntad de Dios, dispuestos a sacrificarse por hacer el bien. Sería como que se multiplique un Juan Pablo Duarte y María Trinidad Sánchez, toda esa gente noble y con el corazón entero lleno de Dios y amor a la patria”, afirmó.
El religioso insistió en pedir a la Virgen que libre al país de la corrupción.
UN APUNTE
Con poco feligreses
Como consecuencia de la pandemia de la covid-19, el Día de la Virgen de la Altagracia, madre protectora y espiritual de los dominicanos, fue celebrado este año con reducido público y sin procesiones en los templos católicos del territorio nacional.
L misa de la Basílica de Higüey fue transmitida por una cadena de televisión y en las redes sociales.