Santiago de Chile (EFE).- La recesión económica se agudiza en Latinoamérica, una región asfixiada por la pandemia del coronavirus, donde la mayoría de los países siguen con sus economías semiparalizadas y donde la Cepal calcula un desplome del PIB del 9,1 % este año, la peor cifra en un siglo.
“Tenemos una contracción como no la habíamos visto en 100 años. Estamos ante una nueva década perdida y el PIB per capita va a retroceder a niveles de 2010”, indicó este miércoles la secretaria ejecutiva del órgano dependiente de la ONU, la mexicana Alicia Bárcena.
En un nuevo informe, la Cepal empeoró las previsiones económicas de la región porque “tanto los choques externos como domésticos han resultado más fuertes de lo previsto el pasado abril”, cuando el organismo pronosticó un batacazo del 5,3 %.
La subregión de Suramérica es la peor parada, con una caída del 9,4 %, seguida de Centroamérica y México (-8,4 %) y el Caribe (-7,9 %), del que hay que excluir Guyana por su fuerte crecimiento debido al petróleo.
Gigantes como Brasil, México y Argentina se desplomarán 9,2 %, 9 % y 10,4 %, respectivamente, mientras que Perú lo hará un 13 %, Chile un 7,9 % y Colombia un 5,6 %.
18 millones más de desempleados
Con más de 3,4 millones de infectados y cerca de 350.000 muertos, la región es actualmente uno de los principales focos mundiales de la pandemia y, aunque hay países como Uruguay y Paraguay que han recuperado cierta normalidad, otros han tenido que intensificar el confinamiento ante el persistente aumento de nuevos casos diario.
El parón de las actividades económicas llevará a la tasa de desempleo al 13,5 %, lo que implica un aumento del 5,4 % comparado con 2019, y elevará el número de personas sin trabajo hasta 44,1 millones, un incremento de cerca de 18 millones con respecto al año anterior.
“Estas cifras son significativamente mayores que las observadas durante la crisis financiera mundial, cuando la tasa de desocupación se incrementó del 6,7 % en 2008 al 7,3 % en 2009”, alertó Bárcena.
1 de cada 3 latinoamericanos será pobre
La proyección sobre la pobreza no es más alentadora- el organismo calcula que la tasa aumentará este año hasta el 37,3 %, con lo que el número de pobres pasará de 185,5 millones en 2019 a 230,9 millones este año, mientras que la pobreza extrema se incrementará en 28,5 millones este año y tendrá un impacto especial en las mujeres.
Para la secretaria general, esta crisis ha evidenciado la vulnerabilidad de las clases medias de la región, donde 8 de cada 10 personas van a vivir con ingresos mensuales por debajo de los 500 dólares.
“Hay una movilidad hacia abajo. No podemos salir de esta crisis más pobres, mas desiguales, más desnutridos y más enojados, tenemos que crear las condiciones para alcanzar un pacto político y fiscal y un mayor bienestar social”, apuntó Bárcena.
Apoyo internacional
Los países de la región han anunciado grandes paquetes de medidas fiscales para hacer frente a la emergencia sanitaria y mitigar sus efectos sociales y económicos, pero “en la medida en que se extiende el confinamiento se requieren esfuerzos adicionales”, indicó la secretaria.
Entre las medidas sugeridas por el organismo se encuentran un ingreso básico de emergencia, un bono contra el hambre de 67 dólares y cuyo costo total se estima en el 0,52 % del PIB regional, así como ayudas para las pequeñas y medianas empresas.
La región, con 626 millones de personas y considerada la más desigual del mundo, enfrenta la pandemia en un momento de debilidad de su economía, con un crecimiento que apenas alcanzó una tasa del 0,1 % el año pasado.
Antes de la COVID-19, la Cepal preveía que Latinoamérica crecería un máximo de 1,3 % en 2020.
“Los esfuerzos nacionales deben ser apoyados por la cooperación internacional para ampliar el espacio de política a través de mayor financiamiento en condiciones favorables y alivio de la deuda”, concluyó Bárcena.