Por tradición, para el común de la población las crisis económicas y sociales son las que suelen calentar la atmósfera por estos lares. Pero con los cuantiosos daños materiales de la tormenta Melissa la naturaleza nos recordó que hay otro calentamiento que afecta las condiciones de vida de la gente: el global. Ese fenómeno es hoy responsable de las inundaciones más repentinas, sequías más prolongadas y huracanes más destructivos.
Dignatarios de todo el mundo que participan en una cumbre de la ONU en Brasil reconocen que el tiempo se acaba para tomar acciones urgentes y decisivas que eviten los peores efectos del cambio climático. O sea que todavía pudieron ser más devastadores los efectos del huracán Melissa en República Dominicana, Jamaica, Haití y Cuba, donde además de las pérdidas humanas se registraron cuantiosos daños a la agricultura, la ganadería e infraestructura.
Lo primordial son los recursos para elaborar y ejecutar programas eficaces. Pero las respuestas para contener la propagación del calentamiento global o el cambio climático tienen que incluir una intensa jornada de educación no solo a las personas que lanzan desperdicios en las calles o que desperdician el agua, sino a los más encumbrados. Paradójicamente, las tres potencias más llamadas a colaborar por ser las que más contaminan (Estados Unidos, China e India) no participan en la cumbre de Brasil.
En República Dominicana, que tiene en el turismo una de sus principales fuentes de generación de divisas y creación de empleos, el calentamiento global es más perturbador por la incidencia en los mares. Con todo y la amplia variedad de la oferta, sol y playas están entre los principales atractivos para los visitantes extranjeros.
Lejos de una ficción o de una preocupación infundada, el cambio climático y el calentamiento global son una realidad que amenazan la vida en el planeta. La erosión de los suelos, la desaparición de ríos, arroyos y humedales son otro ejemplo de los riesgos que representan los atentados a la naturaleza, frente a los cuales los países tienen que reaccionar con medidas responsables y eficaces.

