Al reafirmar su compromiso para mantener, a través de la innovación tecnológica, los mejores niveles de calidad en sus servicios, la Compañía Dominicana de Teléfonos (Codetel) fortalece y contribuye a despejar cualquier nubarrón que pueda ensombrecer, sobre todo en esta época en que está sobre el tapete, el clima de inversiones en el país.

Tras ser condenada por el Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones (Indotel) a resarcir a los usuarios del plan prepagado por un apagón telefónico, la compañía ha tenido que defenderse, pero es saludable que lo haya hecho sin denostar ni perjudicar al país, sino resaltando su confianza en el mercado con la inversión de más de 2,100 millones de dólares en equipos y tecnología de punta desde el 2000 a la fecha. Eso tiene su valor.

La precisión es más significativa si se toma en cuenta que Codetel no es una empresa cualquiera, sino una de las más emblemáticas y representativas por la antigüedad y calidad de sus servicios de todas cuantas operan en el país. Gracias en gran medida a sus sostenidas y cuantiosas inversiones República Dominicana goza del privilegio de figurar entre las naciones mejor comunicadas del planeta.

El compromiso para mejorar la calidad del servicio y la inversión en la expansión y modernización de sus redes envía una clara señal sobre la seguridad jurídica que garantiza la inversión extranjera. Muchas otras empresas ligadas a diferentes renglones de la economía son también buenas muestras del saludable clima de negocios.

El ejemplo de Codetel es digno de tomar en cuenta frente a supuestos temores o pronósticos catastróficos por acciones que se adoptan en defensa del interés nacional. Como cualquier otra nación República Dominicana tiene también sus normas, sus leyes y su soberanía para aplicarlas sin pedir permiso.

Lo más importante, empero, es que conforme a las millonarias instalaciones y al compromiso de Codetel para mejorar la calidad de un servicio bien valorado, este país garantiza la inversión extranjera.