Trabajar a la carrera las modificaciones al Código Penal, es traer problemas entre los patronos y los trabajadores. El código se tiene que estudiar con mucho detenimiento. Inclinar la balanza hacia un lado sería contraproducente.
El sector patronal quiere un nuevo Código de Trabajo. También sus empleados consideran que es necesario un nuevo mecanismo legal. Donde viene el desacuerdo es en artículos básicos y que deben ser vistos con detenimiento.
La cesantía es el primer escollo que hay que discutir. Salva al patrón, pero perjudica al asalariado. Hay que llegar a un punto intermedio donde el que tiene años trabajando en una empresa, sabe que sus prestaciones estarán listas si llega el despido.
El trabajador es el más perjudicado por la inclusión de acápites de cesantía que no dan protección. Es un tema que tiene que ser resuelto antes de llegar a entendimientos finales.
El Congreso hace las leyes, Ejerce su posición de forma libérrima, no puede aceptar presiones de nadie, pero también tiene que ser práctico y conocer el terreno que se pisa. La solución a un Código de Trabajo progresista solo se dará en una conversación franca y sincera entre los patronos y los obreros.
Al Congreso debe de ir un Código consensuado y libre de prejuicios y pleitos. Tienen que reunirse fuera del Congreso las dos partes. Luego llevar soluciones a la comisión que trabaja el documento.
Sin el respaldo de la patronal, no se llegará a la revisión y aprobación del Código de Trabajo. Los obreros tienen cada día menos fuerzas, están menguados y su lucha es casi por la subsistencia.
El reflujo de las centrales sindicales hace temer a muchos que éstas no tengan capacidad de imponer artículos que consideran de vital importancia. Hace tiempo que el movimiento obrero organizado bajó la bandera de lucha.
Pero todavía tiene la facilidad de ir a una mesa de trabajo y exponer sus posiciones, armonizar y llegar a acuerdos para mejorar el Código de Trabajo. Se recuerda que hace un corto tiempo los obreros pudieron obtener un reajuste salarial, que aunque mínimo fue una acción positiva.
Pero se encontró sin fuerzas para evitar los despidos masivos que se han dado en empresas grandes y pequeña debido a la fijación de un salario mínimo que sobrepasó la nómina. Tenemos esperanzas en un nuevo Código Laboral que favorezca a los trabajadores y sea aceptado por los patronos.
Por: Manuel Hernández Villeta