Seguridad social
Si los diputados están preocupados por el alcance de la ley que crea el Sistema de Seguridad Social no deben limitarse únicamente a los beneficios, aunque puedan ser exagerados, de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP). Deberían analizar todos los engranajes, incluyendo si los servicios de la numerosa burocracia se corresponden con sus ingresos, que giran en torno a un modelo que, como reconoció el director de la Confederación Patronal de República Dominicana, es la mayor conquista social del país en toda su historia.
El 30% de beneficios que devengan las AFP puede ser, como parece, exagerado. Pero no es el único problema que ha impedido que la ley 87-01 cubra las necesidades de salud del mayor número de personas. Una modificación de la legislación, que puede ser necesaria para extender la cobertura y garantizar asistencia médica a más personas, es una decisión que no puede tomarse a la ligera.
Los diputados, que gozan de un fondo para “ayuda” que es una ofensa, llamado cofrecito y al que no van a renunciar, pueden ayudar a corregir entuertos si se emplean a fondo en la revisión de la ley sobre seguridad social. Porque después de 12 años de promulgada es obvio que el sistema requiere de algún tipo de adecuación.