La representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Alma Morales, asusta con su advertencia de que una apertura total de la economía sería una bomba de tiempo, porque con lo que ha visto estos días habría una mayor propagación del coronavirus. Pero las peticiones de distintos sectores no son para que se normalicen todas las actividades, como si nada estuviera pasando, sino para que se diseñe una reapertura gradual, tomando en cuenta los protocolos sanitarios. De todas formas su preocupación es muy importante, porque compromete a los sectores que claman por la apertura a observar controles para evitar el contagio. Pero además llama la atención de las autoridades sobre el rigor con que tienen que aplicarse las pruebas y las restricciones para que el número de muertos e infectados descienda a los niveles planteados por la OMS.

