Ni las construcciones de nuevas presas, acueductos o la ampliación de la red de distribución del agua en el Gran Santo Domingo, han podido evitar que en una cantidad importante de barrios el problema del agua potable persista, originando escenas como ésta, que por un lado se desperdicia, mientras por otro su obtención es un calvario. Blasina Amparo, la mujer de la foto, de 78 años, dijo que ha tenido este viacrucis toda su vida, en el sector La Fuente.