(y II)
En el 2018, junto a Bienvenido Álvarez-Vega, director de Hoy, José Luis Corripio Estrada (Pepín) presentó la propuesta para que nos incorporáramos como articulista de uno de sus órganos escritos, durante una sesión de sus principales ejecutivos. La aceptaron sin ninguna objeción, lo que impresionó a su hijo José Alfredo Corripio Alonso, quien así nos lo confesó. Desde entonces, la columna “Libre pensar” se publica los martes en El Nacional, sin una sola cortapisa ni sugerencia, aún en la daga de los juicios críticos más severos contra poderosos, lógicamente realistas y circunscriptos a los cánones legales.
Pepín Corripio declama la estabilidad y rentabilidad financiera (excesiva cortedad en el gasto y controles), y equilibrio democrático en las franjas de sus propiedades mediáticas, que incluye cuatro rotativos (El Nacional, Hoy, El Día y Listín Diario, en este acompañado de otros accionistas); tres canales (Teleantillas, Telesistema y Coral 39), cuatro emisoras (La Nota 95.7, HIJB 830 y Radio Listín Be 99.7 FM y 97.7 FM), Editora Corripio, Palacio del Cine y Digo Interactive Media Network, la primera y mayor red de servicios publicitarios digitales del país.
En el trecho de 33 años (1989-2022) hemos preservado la independencia por intermedio de un pequeño proyecto corporativo comunicacional, en el ombligo de prolongados y agonizantes trajines, pero sin las destrezas del regente de estos puntales informativos, serviciativos, solidificativos y recreativos. Esa singularidad nos permiten comprenderlo con preeminencia y valorar, aún más, sus capacidades para crear y mantener dispositivos de difusión y empleos, que en sus más de 30 unidades productivas suman unos 12 mil.
Por la experiencia vivida tras la exposición de novedosos razonamientos y atrevidos planteamientos bien investigados -que derrumban leyendas- en el ojo de la controversia, Pepín Corripio ha sido -sin exageración- más condescendiente, más comprensivo y más democrático conmigo que viejos camaradas que pregonan, de la boca hacia afuera, principios progresistas intransigentes. Lo hemos visto en aprietos por divulgaciones noticiosas y glosas urticantes, pero no ha ofendido macabramente, como ciertos colegas y comunicadores sin una miga de datos elementales. A todas luces, en parte su estilo indulgente ha industrializado sus triunfos.
Pepín Corripio rebosó de satisfacción en la tonada de un homenaje ofrendado por el Senado en la mañana del 5 de octubre de 2022, en el salón de la Asamblea Nacional, como gratificación por su dilatada trayectoria corporativa. Fulguró como una ceremonia representativa y emblemática, encabezada por el presidente Luis Rodolfo Abinader y acalorada por las más encumbradas figuras del empresariado, la política, los medios de comunicación y otras esferas comunitarias.
Nos adherimos a este testimonial reconocimiento -como abono también a su filantrópica donación, en el 2017, de 100 millones de pesos a 100 organizaciones de interés socio-comunitarias-, exhortando a asimilar su parágrafo de que “la suerte pasa de madrugada y la encuentran quienes se levantan muy temprano a trabajar (…). El éxito está reservado para quienes hacen algo extra y salen del montón”.