ESTO PIENSO, ESTO CREO Opinión

Cosas en apariencia diferentes, pero que resultan iguales

Cosas en apariencia diferentes, pero que resultan iguales

Rafael R. Ramírez Ferreira

Porque:” La Patria se respeta, se defiende …y punto”

Alguien, medalaganariamente, intentó interpretar que mis creencias sobre los males que nos acosan como sociedad, están fundamentalmente en culpar de todo a la clase política y no es así, aunque, tampoco deja de serlo.

Esto así, porque en este sancocho de hechos y actividades reñidas con las leyes, el toque mágico de los políticos siempre está presente, ya sea en la forma o en el fondo.

Solo deberíamos de ver el gran problema del tránsito y el apandillamiento de aquellos que se refugian en asociaciones creadas con el único fin de obtener beneficios o exenciones. Para que esto se entienda, no necesariamente tenemos que especificar que son los llamados sindicatos, aunque para mayor esclarecimiento del asunto, simplemente, lo decimos.

Ya son incontables el número de estas asociaciones en todo el territorio nacional, donde, prácticamente, en cada sector aparecen dos y tres dedicadas a la misma función, la misma que opera bajo sus reglas e intereses muy particulares, pero que, no aparece una autoridad que les ponga freno alguno.

Son estos pobres padres de familia, los mismos que son utilizados como carne de cañón o avanzada tribal, para que los dirigentes obtengan su satisfacción personal en cuanto a sus propios y particulares intereses.

Para muestra, bastaría referirnos a lo que acontece en medio de nuestras interminables campañas electores, donde la dirigencia de esos adefesios llamados sindicatos, utilizan a sus miembros como borregos entrando al corral, mientras las fortunas de sus dirigentes crecen en proporción inversa a la pobreza de sus miembros.

Cosas en apariencia diferentes, pero que resultan iguales

Por eso hoy el chantaje y la prepotencia de esos incontrolables, donde ninguna autoridad osa llamar la atención y mucho menos sancionar a los violadores de las leyes de tránsito, ya que, de inmediato, el “onorable”, cual que sea este, con una llamada libera al violador y castiga al ejecutor de la ley.

Así, de esta manera y dentro del caos ciudadano que esto genera, al parecer, y, como hasta ahora ha sido, a este pueblo pendejo y sumiso, solo le queda aguantar la pela y el criminal caos que esta situación está produciendo.

Estamos, aún y no se quiera admitir, no solo en este país, en medio de una guerra contra el libertinaje, que se ha constituido en ley, batuta y constitución, donde la moderación para combatirla constituye más que una imbecilidad.

Encontrándonos, con hechos bochornosos y destructivos de la sociedad, poniendo boca abajo cualquier aplicación de principios o normas que detengan este desmadre de comportamiento irresponsable, bochornoso y salvaje que a diario las muestras de esto son más que sobradas, como los feminicidios y el comportamiento desbocado que llevamos hoy día.

Pero, nosotros parecemos haber sido víctima de algún tipo de operación para cercenarnos nuestra capacidad para escuchar o siquiera para oír, lo cual nos ha llevado a un estado de indefensión difícil de asimilar, pero, que está presente. Y es, que una casta nueva de opinadores mediáticos, algunos de ellos peores que los más denigrantes, porque han heredado el reinado de su progenitor, pero que, han superado con creces sus conocidas cualidades de prepotencia, manipulación y extorsión, y que día a día envenenan nuestros medios de comunicación.

Pero, la mala política se impone, donde al parecer, nuestros líderes, -o la gran mayoría-, padecen de un cada día mayor sesgo de confirmación, que por más hechos tangibles que sucedan, tienden a buscar o interpretar la información que confirme sus creencias, aún estas sean muy diferentes a la realidad. Así de sencillo es. ¡Sí señor!

«Aquel que tiene un porqué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo”.
F. Nietzsche

Por: Rafael R. Ramírez Ferreira
rafaelelpiloto1@hotmail.com

El Nacional

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