El Banco Central ha ofrecido la buena nueva de que la economía dominicana creció un 6.5% durante el primer trimestre de este año, la de mejor desempeño en Latinoamérica, lo que consolida un clima propicio a la inversión y generación de empleos.
Los mayores aportantes al Producto Interno Bruto durante el periodo enero marzo fueron construcción (14.9%), comercio (10.6%), intermediación financiera (7.4%) y enseñanza (9.4%), aunque esta vez la agropecuaria no tuvo mayor influencia en el crecimiento del PIB.
El gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, resaltó que ese crecimiento se produjo en un ambiente de baja inflación y relativa estabilidad del tipo de cambio, por lo que el panorama económico para el resto del año se muestra más favorable a lo previsto.
Un detalle singular en ese informe sobre desempeño económico es el referido al superávit que se registra en la cuenta corriente de la balanza de pagos, ascendente a 249.4 millones de dólares, lo que combinado con el robusto crecimiento del PIB, ofrece una perspectiva aún más favorable para las cuentas nacionales.
A pesar de que persisten efectos de la crisis financiera mundial que afloró a finales de 2007, Turismo y Remesas experimentaron crecimiento de 6.5% y 3.6%, respectivamente, aunque las exportaciones decrecieron 4% y las importaciones 2.8%.
La inversión extranjera ascendió en términos absoluto a US$486 millones, lo que no alcanza para llenar las expectativas de que supere los 2,500 millones de dólares al final de año, pero la provisión de reservas internacionales del Banco Central (US$4,797.9 mm) constituye un indicador de solidez macroeconómica.
Los aportes al PIB provenientes de la minería, construcción, comercio e intermediación financiera, unido a la baja en el precio del petróleo, representan las razones principales por las cuales el crecimiento económico se coloca en un robusto 6.5%, combinado con un superávit en la cuenta corriente y reservas internacionales para cubrir casi cuatro meses de importaciones.
Tal y como ha señalado el gobernador del Banco Central, para que se produzca “un derrame” de ese crecimiento del PIB hacia los sectores vulnerables, se requiere de un aumento general de salarios, que ayude a recuperar la pérdida de un 13% en los ingresos reales de los trabajadores.