El brutal linchamiento de un joven en Santiago tras un aparentemente leve incidente de tránsito puede ser la coronación de una cadena de sucesos violentos, que entre otros elementos reflejan una elevada dosis de cripación en distintos segmentos sociales. Jefry Villanueva, de 31 años, fue ultimado a cuchilladas y palos el domingo en la noche en medio de una discusión por el supuesto roce con su vehículo a un motorista en el ensanche Espaillat.
Al de Villanueva se agregan otros sucesos no menos perturbadores, que en conjunto dibujan un cuadro inquietante, como la muerte durante un asalto de un padre de familia en el Cachón de la Rubia para despojarlo de la motocicleta que conducía. Y el caso de la niña de nueve años que fue alcanzada de un tiro en la espalda durante una presunta disputa entre vecinos en el ensanche Capotillo, de esta ciudad.
No pueden verse como signos de una ola, pero aún aislados llaman la atención otros sucesos, como la muerte a cuchilladas por su expareja y sin mediar palabras de la joven de 24 años Brendalis Castillo Padilla frente a la banca de apuestas donde trabajaba, en Imbert, Puerto Plata. Y como si no fuera suficiente está el caso del hombre que mató a tiros a su exsuegra e hirió a su expareja, en La Vega.
Podrán verse como casos aislados y recurrentes, lo que es cierto. Pero no se puede obviar que casi todos tienen en común la intolerancia o la crispación de personas o sectores sociales. Los feminicidios tienen múltiples razones, pero hay otras tragedias que hubieran podido evitarse con una buena dosis de comprensión, cordura o equilibrio emocional.
Los ministerios de Interior y Policía y de Educación, así como la Procuraduría General de la República han agendado un programa de charlas para la prevención de la violencia doméstica y el manejo de conflictos en la familia. Aunque no parezca la respuesta frente a la tragedia de los feminicidios y la intolerancia machista se trata de un paso al frente para combatir los males.
Pero linchamientos como el del conductor en Santiago por un incidente de tránsito y otros sucesos inquietantes demandan por lo menos la debida atención de las autoridades para enfriar los ánimos, evitar confrontaciones violentas y procurar que se utilice la vía de la justicia para dirimir conflictos o diferendos de cualquier índole. Ahora y siempre.

