Opinión

Crónica del Presente

Crónica del Presente

Ignacio Martínez, fallecido hace muchos años,  era propietario de un tabloide semanal en el que hacía promoción al régimen de  Trujillo con una picardía que servía de propulsora a los planes que había elaborado para conseguir ser nominado por el Partido Dominicano a una curul en la Cámara de Diputados en representación del Distrito Nacional. Ese objetivo de Martínez H., como se le conocía, fue favorable a   Los  Mina porque él era muy activo, y mostraba una preocupación permanente por el sector. Fue el fundador del Cuerpo de Bomberos que se estableció en ese lugar en los inicios de la década de 1950. La insistencia de Martínez H. y su incuestionable trabajo en beneficio de la comunidad fue premiada cuando, por disposición de Trujillo, llegó al Congreso como diputado por el Distrito Nacional.

 La casi totalidad del paraje de Los  Mina al igual que otras colindancias, era propiedad del Estado,  y a partir del 30 de mayo de 1961 se iniciaron  en ese lugar, como en otros lugares de  Santo Domingo y su entorno, las ocupaciones ilegales que terminaron destruyendo el perfil de ciudad moderna y organizada que  había proyectado  la dictadura. Uno de los últimos proyectos de extraordinaria belleza y calidad fue el Ensanche Benefactor que, como hemos dicho en ocasiones anteriores hoy se llama Ensanche Ozama. Este proyecto fue obra del arquitecto José Antonio Caro y el mismo Trujillo, el día de su inauguración, lo elogió diciendo que a partir de ese momento todas las urbanizaciones que se construyeran en Santo Domingo, fueran o no propiedad del Estado, debían seguir el modelo de ese ensanche. Imitando la amplitud de sus calles y avenidas y así mismo el modelo de las aceras que le garantizan a los peatones su seguridad. En el lustro que transcurrió entre 1955 y 1960 el Estado construyó el Ensanche Luperón en la parte norte y un barrio contiguo que, si mal  no recordamos, fue llamado 24 de Octubre; barrio que colinda con el este de Villas Agrícolas.

Santo Domingo de Guzmán, Primada de América, como ciudad construida por los conquistadores españoles y europeos que vinieron después, ha terminado convirtiéndose en el entorno de la Ciudad Colonial y de los barrios que surgieron después del ciclón   San Zenón en 1930, en un desorden descomunal que nos llena de vergüenza a muchos que tuvimos el  privilegio de nacer  en su seno y de recordarla como la hemos descrito. Herrera, El Café, Manoguayabo, Los Alcarrizos, La Ciénaga, Guachupita, Los Tres Brazos, Sabana Perdida, han quedado convertidos en zonas no habitables para sus moradores. Carecen de calles bien trazadas,   aceras,  parques y lugares de esparcimiento, a excepción de la parte llamada Mirador Sur, el Barrio de los Maestros, que se construyó,  al igual que El  Millón, durante los doce años del gobierno que presidió Joaquín Balaguer.

  Antes que esas construcciones se había edificado, después del 1965, y como consecuencia de lo que ocurrió a partir de abril de ese año, el Ensanche Los Prados con financiamiento internacional, sobre todo de Estados Unidos, como un desagravio a ese sector social. (Continuaremos).

El Nacional

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