¡Fin de año triste!
Estamos despidiendo el 2021, con episodios trágicos, que al autor de esta columna le llaman profundamente la atención porque afecta a ciudadanos dominicanos y a moradores de la isla de Santo Domingo que en ese conglomerado humano que llaman Haití, han dejado docenas de muertes; en episodios que son las consecuencias naturales del desorden indetenible que aumenta, que se ha establecido allí con la indiferencia de las tres naciones responsables, en muchos aspectos, que los han generados, y de los Organismos Internacionales comenzando por Las Naciones Unidas y continuando con ese basurero internacional, de cobarde e ingrato recuerdo, en la memoria de los dominicanos y por otra organización llamada Comisión Internacional de los Derechos Humanos, que más que un basurero internacional, tiene al pueblo dominicano como tiro al blanco de la supuesta discriminación que tenemos contra los haitianos.
El primero que nos preocupa profundamente es el de la tragedia de México, que han muertos varios dominicanos tal vez 7 u 8, de 17 hombres y mujeres como pasajeros clandestinos que iban en dirección a la frontera de los Estados Unidos de Norteamérica, trasladados por bandas de delincuentes que se dedican a esta tarea para llevar hispanos americanos y haitianos, a la frontera de México con la poderosa nación del norte.
El segundo de estos episodios trágicos fue el accidente de un avión dominicano en el que se trasladaban 9 personas que cayó cerca del aeropuerto ¨Las Américas¨, minutos después de haber despegado del aeropuerto de La Isabela. Al autor le preocupa realmente, porque esa nave era propiedad de una empresa de nuestro compañero de Partido, Gonzalo Castillo Terrero, miembro del Comité Político del PLD y ex candidato a la Presidencia de la República en las elecciones que se realizaron en el año 2020.
El más trágico y profundo de los tres episodios que estamos despidiendo en el 2021, fue el ocurrido en Puerto Príncipe en el desorden en que se está viviendo en ese conglomerado humano, cuando asaltaron un camión cargado de combustible que hizo explosión y mató más de 75 personas, dejando además en grave estado a un número superior a las 100 lesionadas.
No sería extraño que esa charlatanería que se autocalifica Comisión Intencional de los Derechos Humanos, apéndice de la OEA, le cargue la responsabilidad, por alguna u otra razón, a los dominicanos que tienen que ser guardianes del desorden en que vive ese vecino de occidente en la isla de Santo Domingo. En columna anterior hemos pedido a los dominicanos tener mucha prudencia frente al problema haitiano y además de prudencia tener paciencia, para esperar el desarrollo de los días porvenir hasta que entremos al año 2022.
El presente en el ordenamiento económico de la República Dominicana, no es el mejor de América, pero mucho menos es el peor; ratificamos que este es un ¨país Pequeño, Hermoso, Productor, Rico y Valiente¨, y es responsabilidad del gobierno que lo dirige ahora, en el periodo que se inició en el 2020, actuar con la responsabilidad, firmeza, coherencia y valentía, de que las actividades productivas, agrícolas e industriales, sigan creciendo porque la naturaleza, al parecer ¨tocada por la mano de Dios¨ nos ha ayudado a un crecimiento económico y un reordenamiento de la infraestructura material, creado y estimulado por los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana, aunque el autor asume la responsabilidad de afirmar que aunque cometimos errores, muy censurables, fueron más los aciertos y los éxitos.
Por: Euclides Gutiérrez Félix
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