¡Francisco Caamaño!
Patriota, militar y revolucionario nacido en Santo Domingo el 11 de junio de 1932, hijo del mayor general del Ejército Fausto Caamaño Medina y Enerolisa Deñó Chapman. Su padre era uno de los lugartenientes ejecutivos de Rafael Trujillo Molina, en cuyo régimen alcanzó las más elevadas posiciones jerárquicas, culminando su carrera como Secretario de Estado de las Fuerzas Armadas. Francisco Alberto ingresado a la Marina de Guerra a los 17 años de edad y luego, graduado de oficial, fue enviado a Estados Unidos donde realizó entrenamiento como infante de marina en escuelas de Coronado, California, y Quántico, en el Estado de Virginia. Ostentaba el rango de teniente de navío de la Marina de Guerra que equivale a capitán del Ejército.
El autor de esta columna , cuando tenía 5 años de edad, conoció a Francis Caamaño que tenía 9 años, en el barrio de San Juan Bosco, en la calle Martín Puchi a donde nuestro padre recién ascendido a capitán de Ejército, en 1941, se había trasladado a la capital, ascendido y nombrado por Rafael Trujillo Molina como oficial comandante de la 25 Compañía, de Armas auxiliares, Instructor Jefe del Ejército y sub-director del Centro de Enseñanza que se encontraba instalado en Gascue, en la colina “La Generala”.
En la Martín Puchi, al lado de la casa del coronel Flores que hacía esquina con la Pepillo Salcedo, residían mamá Nela y papá Nelo, abuelos de Francis Caamaño a cuya madre llamaban cariñosamente Nonín, y señalada como una de las mujeres más hermosa del país, esposa de un alto oficial del ejército.
El autor, de quien era realmente amigo y compañero era de Emerson Caamaño Deñó, hermano de Francis quien se suicidó años más tarde, siendo un adolescente.
Francis Caamaño y el autor se encontraron años después cuando él tenía el rango de capitán de navío de la Marina de Guerra, nos saludó amablemente y me dijo sonreído que el autor debía estar preso porque era simpatizante de Fidel Castro. Volvimos a encontrarnos el 24 de abril 1965, a la entrada trasera del Palacio Nacional en la avenida México, cuando Francis marchaba sobre el Palacio Nacional. Después de la batalla del puente Duarte, en que las tropas del Centro de Enseñanza y de la Aviación Militar Dominicana, comandadas por Salvador Lluberes Montás, Chinino, habían sido derrotadas; a partir de ese momento Caamaño quedó convertido jefe militar de los Constitucionalistas.
Días después, por disposición de Juan Bosch, quien residía en Puerto Rico, junto al coronel Rafael Fernández Domínguez, Francisco Caamaño quedó convertido en Presidente Constitucional del Gobierno de la República en Armas, juramentado el 4 de mayo, en el Altar de la Patria.
El papel de Francis en ese periodo que cubrió la intervención militar de Estados Unidos, en nuestro país, fue realmente digno de admiración y de respeto, en ese proceso llamado por el autor “La Epopeya Incompleta”. Caamaño fue designado en Inglaterra como agregado militar, lugar desde donde se trasladó a Cuba, y volvió a territorio dominicano el 3 de febrero de 1973, encabezando un reducido grupo de combatientes guerrilleros contra el gobierno del doctor Joaquín Balaguer.
Perseguido y apresado, fue ejecutado el 16 de febrero 1973. Con su muerte desapareció la figura militar más relevante de la República en el pasado siglo XX. Estuvo adornado como los héroes militares de la Restauración, de tres sobresalientes cualidades: Patriotismo, valor y honestidad, junto a ellos en la gloria y la inmortalidad.