La Junta Central Electoral (JCE) acaba de dar otro auspicioso paso de cara a la celebración de las votaciones congresuales y presidenciales pautadas para el 5 de julio con la aprobación del cronograma. Como parte de su trabajo para garantizar el ejercicio del sufragio la JCE ordenó la impresión de las boletas a partir del 25 de mayo próximo. Por efecto del coronavirus las votaciones que inicialmente estaban pautadas para el 17 de mayo tuvieron que ser postergadas, para lo que se contó con el visto bueno de los partidos políticos y de los sectores más representativas de la sociedad civil. El cronograma de actividades, que incluye la elaboración del padrón, entrenamientos, talleres y todo lo relativo a la organización debilita las presiones de los grupos que demandan la posposición del proceso enarbolando como pretexto la crisis sanitaria. Para garantizar una mayor concurrencia de electores la JCE tendrá que pensar en algunas medidas para agilizar el proceso y evitar las aglomeraciones alrededor de las mesas. Los mayores de 60 años, embarazadas y discapacitados, entre otros, deben gozar de algunas facilidades para ejercer el sufragio. De ser necesario ordenar que se observe el distanciamiento social y el uso de mascarillas, además de proporcionar a los votantes productos desinfectantes. Aunque es posible que para la fecha se haya rebasado el impacto del coronavirus es obvio que existirán sus temores. Pero el camino para las votaciones había que despejarlo más, sobre todo en medio de las presiones para que se aplacen otra vez.

