Opinión Articulistas

Cuando el AILA quedó a oscuras

Cuando el AILA quedó a oscuras

Vivimos en una época marcada por una dependencia tecnológica excesiva, donde cualquier falla eléctrica o ataque cibernético puede paralizarlo todo en cuestión de minutos. Lo vimos en España con un apagón que dejó fuera de servicio hasta la Internet, y lo vemos cada vez que un ciberataque interrumpe procesos vitales, causando caos y pérdidas millonarias. En un escenario así, la necesidad de planes de contingencia no debería ser opcional, sino norma.

El pasado domingo 21 esa fragilidad se evidenció en el Aeropuerto Internacional de Las Américas (AILA), que quedó prácticamente inoperante durante nueve horas. Según AERODOM, el fallo en una seccionadora impidió aprovechar tanto el suministro eléctrico de Edeeste como los generadores propios del aeropuerto, afectando 47 vuelos y alrededor de 5 mil pasajeros. Migración, Aduanas, baños, restaurantes, tiendas y estacionamientos quedaron fuera de servicio, lo que convirtió la experiencia de los viajeros en un verdadero caos.

Más allá de la falta de energía, lo que más indignó a los pasajeros fue la ausencia de información clara. Sin orientación ni comunicación precisa, el desespero y la incertidumbre dominaron la jornada. Esta carencia, recurrente en el manejo de crisis a nivel local, revela la poca importancia que se concede a la comunicación como herramienta esencial para gestionar situaciones de emergencia.

La falta de detalles oficiales abrió inevitablemente la puerta a especulaciones. El apagón programado de la madrugada del lunes, aunque atribuido a mantenimiento, reforzó sospechas y temores. El contexto internacional tampoco ayudó: coincidió con un ciberataque que afectó a aeropuertos europeos y con la detención en el país de un ciudadano ruso vinculado a redes de desinformación política y operaciones sospechosas.

Aunque hasta ahora no haya evidencia de que el incidente en el AILA respondiera a algo más que el fallo de la seccionadora, lo cierto es que dejó a la vista la débil preparación para enfrentar contingencias. En un país donde los apagones son cotidianos, este episodio no debió gestionarse de la forma en que ocurrió. La lección que queda es clara: los manuales y protocolos de poco sirven si no se aplican con eficacia en la práctica.

Foro Caribe Naranja
El próximo martes 7 de octubre, Santo Domingo será sede de la quinta edición del Foro Caribe Naranja, un espacio que destaca el papel de los emprendimientos culturales y creativos en la transformación social y económica. Bajo el tema “Emprendimiento Cultural y Creativo: Innovación, Sostenibilidad e Impacto”, el encuentro reunirá proyectos y experiencias que demuestran cómo la creatividad puede convertirse en motor de desarrollo.

Entre las iniciativas que se presentarán figuran el Festival CAYE, que convierte a Ciudad Nueva en un distrito creativo, y la Comparsa Contemporánea del Carnaval Vegano, con presencia en escenarios internacionales como Times Square. También se mostrarán propuestas innovadoras como el Carretón de Libros, biblioteca móvil que fomenta la lectura en espacios públicos; BlinkEsports, que impulsa talento joven en videojuegos; 809 Mercado, que fusiona artesanía, música y gastronomía; y MiléeCollection, marca dominicana de moda circular.

Desde su creación, este foro ha colocado en la agenda pública el debate sobre la Economía Naranja y las Industrias Creativas, resaltando su impacto económico, cultural y social en República Dominicana y el Caribe. Forma parte de la plataforma Caribe Naranja, impulsada por Switch Havas y SIP Group, que busca visibilizar y conectar al sector creativo para posicionar al país como un hub regional.