La semana pasada, el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo presentó los resultados de la Encuesta de Cultura Democrática en la República Dominicana (ECD) 2022-2023, diagnóstico de nuestra democracia que, como dijera el ministro Pavel Isa Contreras al presentarlo, pone la cultura democrática dominicana en el centro del debate sobre el desarrollo.
Importante la iniciativa y esperanzadora para la transformación de la cultura política dominicana y para que la ciudadanía enfrente los tantos problemas de institucionalidad democrática estructurales que hay que romper. Todo un reto.
Porque, citando la investigación, “aunque la mayoría de la población dominicana es leal a las reglas del juego democrático y la supervivencia de la democracia no está en riesgo, el compromiso con los valores democráticos se ha debilitado en la última década. El desgaste de las convicciones democráticas ha producido un incremento de indiferentes y de proclives al autoritarismo”.
Y eso es grave y de atender, sobre todo porque, además, nos informa algo que empíricamente sabemos, que las generaciones más jóvenes y quienes no están estudiando, son las personas más afectadas por la apatía al tema de la democracia.
Nos explica la Encuesta el fenómeno conocido como “el síndrome de desafección política”, caracterizado por los sentimientos negativos hacia la política y la percepción de que, el sistema político, es incapaz de resolver las demandas e intereses de la ciudadanía.
Y es fácil de ver en la cotidianidad esa desafección manifestada en actitudes de desapego y desconfianza a la clase política, los procesos políticos, los asuntos públicos y hasta un eventual rechazo y hostilidad ante elementos clave del régimen democrático, como dice la Encuesta. (No hay más que remitirse al casi 50% de abstención en las pasadas elecciones presidenciales para confirmarlo).
Reconocimiento para la investigadora Rosa Cañete y a Gustavo Oliva, por el trabajo realizado y por recordarnos que la democracia organiza el poder en la sociedad para ampliar la ciudadanía incluyendo y garantizando sus derechos, visión que es el enfoque de desarrollo humano del economista y filósofo Amartya Sen: “la democracia como el gobierno de la gente a través de la discusión razonada y el debate público, es decir, una democracia montada sobre un modelo deliberativo que facilite el diseño de políticas públicas que satisfagan intereses de la población”.
Datos interesantes indican que hay que leer la Encuesta de Cultura Democrática en la República Dominicana (ECD) 2022-2023, en los partidos políticos, en las instituciones educativas, sociales, de formación, etc., y sobre todo, quienes administran el Estado dominicano.