Editorial

Cumbre de las Américas

Cumbre de las Américas

La VII Cumbre de las Américas, que se inicia hoy en Ciudad de Panamá, promete convertirse en un histórico suceso diplomático ante la posibilidad de que Estados Unidos y Cuba presenten formalmente al concierto de naciones el reinicio de sus relaciones interrumpidas hace más de medio siglo.

Esos encuentros de jefes de Estado y de Gobierno se iniciaron en 1994 con la propuesta de Estados Unidos de formalizar un acuerdo de libre comercio con la región, lo que sólo ha podido concretarse con Centroamérica, Chile y Perú.

Durante más de 20 años, Washington ha dado la espalda a América Latina y sólo ha volteado el rostro cuando conflictos o inconformidades ya están en proceso, por lo que se considera la reanudación de los nexos con La Habana como un viraje decisivo de la Casa Blanca en su visión hacia el continente.

La rectificación por parte del presidente Barack Obama sobre su polémico decreto ejecutivo que habría declarado a Venezuela como peligro extraordinario para la seguridad interior de Estados Unidos, ayuda a consolidar un clima de distensión y cooperación entre los países participantes en la Cumbre de las Américas.

República Dominicana, en la persona de su presidente, Danilo Medina, acude a esa cumbre con limitaciones propias de un país en vía de desarrollo, sin mayores influencias que no sean las que emanan de su incuestionable prestigio como nación de sólido perfil democrático.

El presidente Medina agotará una intensa agenda durante los dos días del cónclave, que incluye encuentros con el presidente Obama y la mayoría de los 35 jefes de Estado y de Gobierno que participan en la reunión, en las más de las veces para explorar o concretar provechosos nexos de cooperación e intercambio.

El mandatario dominicano deberá ilustrar a muchos de sus colegas, incluido al presidente Obama, sobre la aplicación del Plan de Regularización Migratoria, cumplimiento de una sentencia del Tribunal Constitucional que fija el alcance de la nacionalidad. Es claro que el Presidente será inmune a previsibles presiones.

Los votos son para que el presidente Danilo Medina recolecte en Panamá los mejores frutos y que su sólido prestigio como jefe de Estado ayude a desbrozar caminos hacia el anhelado escenario de unidad política, económica, comercial y tecnológica entre todas las naciones del continente.

El Nacional

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