De abril a noviembre de cada año el país padece el riesgo de la llamada temporada ciclónica.
Vientos, lluvias y tormentas marinas que proceden del sur de África irrumpen en la topografía del Caribe en diversas modalidades que van desde vaguadas, lluvias fuertes, hasta tormentas y ciclones con un largo historial de siglos de desastres, destrucción y mucho sufrimiento humano.
Una de las características es la ansiedad anticipada que genera en el común de la gente el no saber exactamente la localización, ni la fuerza con que llegará el fenómeno atmosférico.
Un centro especializado en huracanes situado en Miami, Florida, es el que envía los informes creíbles para esta área con fines de diagnosticar la trayectoria, la variedad del fenómeno y los potenciales daños y riesgos.
Tengo una paciente que le teme de forma casi fóbica a los “truenos”, descargas eléctricas que producen un ensordecedor ruido y que puede cobrar una o más vidas al hacer contacto en forma de descarga eléctrica con humanos, animales y plantaciones diversas, asi como edificaciones.
Estas descargas son parte del cortejo sintomático de estos eventos, sobre todo, en donde predominan las lluvias.
Los más viejos nos hablan del ciclón de San Zenón del año 1930, donde Trujillo, recién instalado en su primer gobierno jugó un rol estelar en la reconstrucción de la capital.
Luego, en septiembre del año 1966 , en su primer gobierno constitucional, el Dr. Joaquin Balaguer se estrenó con el huracán Inés.
Como me declaro ignorante de la meteorología y disciplinas afines, solo me crié disfrutando de los aguaceros, que eran lluvias que por su intensidad, la muchachada de los años 50 en SPM , aprovechábamos para tomar la calle en un rico baño.
Escribo este jueves pasado en un momento de incertidumbre con un fenómeno estacionario que esta cerca de Haití, Barahona y Jamaica.
Lento pero como un taladro a base de fuerza y trayectoria cambiante, pero con espesas lluvias que ya han desbordado puentes e inundado decenas de viviendas.
Miles de personas desplazadas, esfuerzos y gastos enormes del Gobierno y el equipo del Comité Integrado de Defensa (Doña Gloria, General Mendez etc) han estado en sesión permanente.
Es de notar que el Sr. Presidente se puso a la cabeza, de las operaciones, comandando desde el mismo palacio nacional los esfuerzos operativos.
¿Qué viene después?
Las epidemias de diferentes tipos y agentes causales ( en el país vecino se han reportado varios casos de colera en estos días).
Las descompensaciones de los pacientes crónicos ( diabéticos, hipertensos, asmáticos ). Los trastornos digestivos y el balance de las pérdidas económicas de todo tipo.
Ojalá que lo narrado hasta aquí no se agravare y que no se pierda ni una sola vida humanarnes 24 de octubre en la redacción del periódico El Nacional .

