Cuentan que Golda Meir en el momento más álgido del conflicto entre Egipto e Israel llegó a una tensa reunión en procura de la paz con Anwar el-Sadat y le entregó a éste, su oponente acérrimo, un par de zapatos tejidos por ella como regalo al hijo recién nacido del entonces presidente de la República Arabe.
Este gesto inteligente aligeró el conflicto y acercó a ambos países y mandatarios a una fórmula ganar-ganar.
Analizando la ya dilatada situación conflictiva que ocurre en el principal partido de la oposición y el fracaso de casi todas las gestiones de mediación, me permito especular sobre posibles factores que han agravado la crisis y que de entrada son más tensiones intragrupales que asuntos que tengan que ver con leyes, ideologías o filosofías políticas.
¿Qué me inspiró a hacer estas consideraciones? El Centro Europeo de Negociación ( www.cenego.com).
1.- En la partidocracia autóctona, se cree erróneamente que no reconocer nuestros errores es un signo de debilidad.
Ejemplos de sobra. A un candidato se le atribuyeron 43 errores de campaña, se cree que con solo reconocer uno se engrandecería.
2.- Hay un tiempo justo para negociar y debe ser mucho antes de las conflagraciones. En el caso analizado la firma de un documento pre convencional a respetar y convincente, quizás pudo haber evitado las lágrimas que ahora se derraman.
3.- Los ataques personales dejan huellas que dificultan los entendimientos, sobre todo si tocan intereses primarios, afectivos y familiares, potenciados por el rumor y la chismografía barata.
4.- Los conflictos no se dirimen en las cúpulas, sino que deben participar los organismos y las llamadas bases, a fin de airear las diferentes posiciones o tópicos sobre los problemas.
Las cúpulas son federaciones y agrupaciones de comerciantes especializados en recaudaciones económicas en periodos de campañas y sin objetivos claros. Ellos sostienen un discurso democrático y una práctica autoritaria.
Lo único que queda es una base incrédula, hambreada, que lleva 12 años de esperanzas y sin norte.
5.- Lo que sólo se dirime en los medios, se potencia y propaga como lucha estéril. Observen que las mejores familias tienen serios conflictos pero se abrazan y toman vino de la misma copa en los clubes sociales.
No sé si estamos a tiempo de sacar de los medios tantas calumnias.
6.- La contaminación externa fomenta la división.
Cuántas veces un vecino entra a un hogar tratando de dirimir un conflicto de pareja y lo que hace es agravar la situación.
El hecho de que financiamientos y preacuerdos de infiltración externa debilitaron a un jacho que se apaga y a un buey que no tiene a quien halar, generaron un ambiente de alta desconfianza.
¿Qué hacer?
Ir a lo más elemental: ¿Cuántos somos; dónde estamos; a qué organismo pertenezco; quien es mi jefe y cuáles son mis deberes estatutarios?
Renovemos todos; reunámonos todos, hagamos un gran referéndum democrático, donde se respeten normas y procedimientos.
Ceder con humildad; dialogar con respeto; elegir tres puntos básicos de coincidencia y aplicando en perdón darnos un abrazo de hermanos y volvamos a desandar los caminos de tolerancia, entrega y dedicación que delineó primero Don Juan y luego José Francisco.
Termino con una frase de Violaine Gelly: Nadie obtiene lo que se merece si no lo sabe negociar.