Bromeando…

Eleuterio de León Berroa escribió en el primer tercio del siglo pasado en el periódico El Independiente un conjunto de artículos que bajo el título “Bromeando: periodismo patriótico” acaba de publicar el Archivo General de la Nación (AGN) al cuidado de Aquiles Castro.

¿A qué viene todo esto?

Al temor que tengo que mis pacientes me califiquen mal por incursionar en la política.

En la página 87 de este irónico libro (VOL CCXXII) cuyo autor fue un abanderado por la dignidad nacional, expresadas en sus críticas a la intervención de los Estados Unidos en nuestro país (1916-1924); leo un concepto que el autor expone en su artículo “Merecimientos en política”.

Veamos: “En política no se consiguen merecimientos por trabajo sino con poses. Aquí sí cabe el dicho aquel de que la actividad no consiste en moverse mucho”.

Eleuterio Berroa (1895-1945) nativo de Sabana de la Mar y autodidacta, jamás pensó que en el año 2016 los AM del folklor criollo de la política son aquellos que en la vida partidaria son solo “allante y movimiento”.
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Hurgando en las publicaciones del Archivo General de la Nación bajo la dirección del profesor Roberto Cassá -gestión sin precedentes en el AGN-, tengo en mis manos el Volumen (XC) que recopila dos trabajos del médico don Juan Isidro Jiménez Grullón:

“Luchemos por nuestra América y Doctrinas políticas contemporáneas”. Del no bien celebrado intelectual autor de “La falsa Izquierda” y del ensayo “ República Dominicana una ficción”, leo en brillante prólogo del profesor León David, en su página 17, la siguiente cita de su pariente:

“Si la democracia quiere supervivir y reformarse, el Estado democrático tendrá forzosamente que intervenir en la repartición del trabajo y de la riqueza, en provecho de todos, aunque esta repartición lesione derechos personales garantizados por legislaciones caducas que existen para perpetuar el estatus de injusticia”.

Esa frase de don Juan Isidro, al que tuve la honra de conocer, me hizo pensar en Bahía de las Águilas; en la Sun Land y en la Barrick Gold.

He meditado sobre los programas de gobierno que se levantan a propósito de obtener el voto en mayo 15 del presente año y que frases como esta encabecen un propuesta de nación mínimamente invasivo…

He reflexionado sobre la injerencia descarada de un procónsul (Embajador), de los Estados Unidos en los asuntos internos de nuestra nación

“Derechos personales garantizados por legislaciones caducas”. ¡Oh Profesor! Su frase viene a cuentas de los juicios en contra de senadores y jueces que han hecho lo que nunca se había visto con complicidad constante y sonante de togados putrefactos.

En síntesis, aquella frase famosa para un pueblo de memoria corta “por sus hechos los conoceréis” y hemos llegado a tal punto en indignación que las iglesias han clamado para que Dios castigue a los malos dominicanos, –“Mientras no se escarmiente a los traidores como se debe, los buenos y verdaderos dominicanos serán siempre victimas de sus maquinaciones”– como diría en una de sus frases célebres el patricio Juan Pablo Duarte.