Rescatemos el respeto
Fui criado con instrucciones precisas sobre el respeto
A la bandera.
Al himno nacional.
A los padres de la patria.
A mis profesores.
A los envejecientes…
¿Qué es lo que está ocurriendo en la sociedad dominicana?
Con mucha pena escucho y veo los calificativos que se lanzan al honorable señor Presidente de la República.
Da pena ver y escuchar a los legisladores acusándose de viva voz de ladrones en plena y sagrada sesión.
En las calles el tránsito no respeta inválidos, no videntes, animales, mucho menos, a una dama que por su condición merece la preferencia.
En ese ámbito se profieren palabras descompuestas, levantándose la mano con el puño cerrado y el dedo medio erguido en señal incuestionable de ofensa.
En estos días fui invitado a un curso de la Facultad de Medicina de la UASD y fue necesario que yo mismo instara a los alumnos a ponerse de pie…
En calles y campos no es raro ver a un ser humano defecando u orinando en plena vía pública ante la mirada impávida de los transeúntes…
Recuerdo de la escuela pública en San pedro de Macorís el celo con que los profesores revisaban las uñas; los zapatos lustrados y la cabeza en busca de piojos.
En la década de los 60 ocurrían feminicidios pero el irrespeto a la mujer se ha incrementado al punto que en los últimos 15 años sobrepasan los 100 casos el número de damas asesinadas por parejas o ex parejas masculinas.
El incremento de uso y abuso de sustancias, entre otras la cocaína se ha incrementado, dando como resultado que en cada barrio es conocido por todos los “puntos” de drogas donde se expenden esos psicoestimulantes.
Las autoridades policiales y judiciales han sido penetradas por el narcotráfico al punto que en las últimas elecciones siempre uno o más de los zares del juego ( bancas) resultan ganadores , se dice, que con base a la compra de votos.
Otros obtienen canonjías y beneficios aportando recursos en efectivo y sin huellas, a los candidatos con posibilidades de ganar las elecciones.
El hecho de que empresas del exterior paguen altas sumas de dinero para obtener a cambio obras viales y de otro tipo, ha retratado de cuerpo entero hasta donde ha llegado la degradación de la partidocracia y del enclave congresional.
La renovación de las altas cortes es un esfuerzo institucional que aunque elijan a los puros, ya el pueblo no confía en el aparato judicial, a pesar de todos los esfuerzos que se observan.
En el menudeo de la calle se observa lo que un ciudadano de a pie definió así: “la cosa está tan dura que aquí no se mueve ni una hoja”.
Si yo fuera Presidente: me la juego…
¿Cómo?
Remuevo la mata y sustituyo a la gente que el pueblo señala como ineficaces y corruptos.
Resuelvo lo del precio de los combustibles
Hago un esfuerzo por abaratar la canasta familiar.
Termino en tiempo récord todos los hospitales y hago una reingeniería de la salud pública.
Las elecciones del CMD y de la ADP enviaron una señal de que la principal fisura está en el PLD.