En una decisión relacionada con el informe que rindió la comisión oficial que investigó las causas de muerte de once niños durante un fin de semana en el hospital Robert Reid Cabral, el presidente Danilo Medina destituyó el viernes al ministro de Salud y a la directora de ese centro asistencial.
El mandatario designó como titular de Salud a la doctora Altagracia Guzmán Marcelino, en sustitución de Freddy Hidalgo Núñez, y en la dirección del Robert Reid nombró a José Miguel Ferreras, en lugar de la doctora Rosa Nieves Paulino.
Es obvio que el Mandatario aplicó una medida de efecto rápido sobre un suceso que ocupó la atención pública y puso al desnudo el drama de una cruenta crisis hospitalaria, cuyo remedio requiere de mayor voluntad política y decisiones de largo alcance, como sería la reestructuración de todo el sistema de salud.
La comisión que indagó sobre las circunstancias en que se produjeron esos decesos informó sobre hallazgo relacionado con el incumplimiento del protocolo de servicio, por lo que recomendó al presidente Medina aplicar sanciones administrativas y profesionales contra el personal que incurrió en negligencia.
El Colegio Médico ha advertido que el nombramiento de la doctora Guzmán Marcelino al frente de Salud Pública abre un espacio de confrontación entre ese gremio y el Gobierno, al acusarla de denostar a los galenos, en su calidad de miembro de la comisión que investigó el caso.
Al remover de sus puestos al ministro de Salud y a la directora del hospital infantil, el presidente Medina ha hecho uso de una prerrogativa inherente a su investidura, por lo que esa decisión no debería ser asumida como algún tipo de ofensa a los médicos.
Lo que el Colegio Médico debería reclamar es que el Gobierno provea de los recursos necesarios para que la nueva titular de Salud pueda emprender con relativo éxito la tarea de al menos recomponer el oxidado andamiaje del Sistema Nacional de Salud.
Los votos son para que los doctores Guzmán y Ferreras, Salud Publica y el hospital cumplan cabalmente con la encomienda que les ha hecho el presidente Medina, de garantizar a la población servicio de salud eficiente, integral y digno, para que nunca más se repita la desgracia que acaeció en el hospital Robert Reid Cabral.