Articulistas Opinión

Déjenlo ir

Déjenlo ir

Pedro Castro

No puede tener otra definición más apropiada que no sea “gadejo”, los allanamientos del Ministerio Público al súper yate Flying Fox, anclado en el puerto Don Diego, a petición de un tercero.

Las actuaciones de esos fiscales y de cualquier otra autoridad tienen un único propósito, dañar el turismo, vayan a los números y verifiquen cuántos turistas rusos vienen cada año al país.

Si esa lujosa embarcación tenía algún problema, lo primero que debieron hacer era no dejarla atracar en ningún puerto dominicano, y si ya se lo permitieron debieron dejarlo zarpar en la fecha prevista.

Eso lesiona aún más las relaciones diplomáticas entre estos dos países y que lejos de la errada posición pública del presidente Luis Abinader, al inicio de la guerra de Rusia con Ucrania, lo menos que pueda pasar es una campaña en contra del país, por el magnate propietario del yate. Déjenlo zarpar, por favor, por el bien del país, ya basta de ser entreguista.

Que activa ha sido la participación de los fiscales en este caso y que tan inactivo han sido en el robo al velero en Boca Chica, donde 33 ocupantes fueron atracados y a la fecha no han dicho nada.

Y peor aún sin dar explicación alguna a la población, que tiene derecho a saber de qué se trata y dejando todo sobre el yate a la especulación. Si algo encontraron pues informen a la población la veracidad del asunto y procedan y ya.
Ya el ministro Lisandro Macarulla, uno de los primeros visitantes al megayate, ha dicho que su visita se debió puramente a intereses dominicanos en desarrollar negocios en esas embarcaciones de lujo.

Las autoridades actúan en muchos casos sin medir consecuencia, cierran estaciones de gasolina por investigación, cierran empresas sin importar el número de empleados que afectan, tomen el ejemplo del caso Odebrech, en Brasil, que nunca fue cerrada esa empresa.