La democracia política dominicana exhibió ayer gran fortaleza con la celebración de convenciones de delegados durante las cuales fueron proclamados candidatos que competirán en las elecciones presidenciales de 2024, todas las cuales fueron supervisadas por la Junta Central Electoral (JCE).

La mayoría de los partidos ya seleccionaron sus aspirantes a alcaldes, senadores, diputados, regidores y directores municipales, a través de encuestas, asambleas o por vía de reservas de candidaturas dispuestas por las direcciones partidarias, aunque no pocos de esos procesos generaron disgustos, impugnaciones y renuncias.

El presidente Luis Abinader fue proclamado candidato por los partidos Cívico Renovador (PCR) y Acción Liberal (PAL), en tanto que la candidatura de Abel Martínez fue confirmada por la asamblea del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), la de Leonel Fernández, por el Bloque Institucional Social Demócrata (BISD) y Carlos Pena, por Generación de Servidores (GS).

El partido Fuerza del Pueblo no ha celebrado su asamblea de delegados para ratificar la candidatura del expresidente Fernández, pero se despeja el panorama electoral, en razón de que cuatro partidos principales nominaron candidatos, incluido Miguel Vargas, por el Partido Revolucionario (PRD).

Procesos electorales en América Latina han resultados tumultuosos, matizados por la violencia, denunciados como fraudulentos o sus resultados violentados por grupos de poder, como ocurrió en Guatemala, e incluso con el asesinato de un candidato presidencial, en Ecuador.

Partidos mayoritarios y minoritarios han celebrado sin mayores dificultades convenciones de escogencia de candidatos o de proclamación de alianzas electorales, lo que demuestra que la democracia política se afianza en República Dominicana, aunque se admite que falta mucho trecho por recorrer.

El Partido Revolucionario Moderno (PRM) ha conformado alianza con una veintena de organizaciones, en tanto que los partidos Fuerza del Pueblo (FP) y el de la Liberación (PLD), gestionan una boleta unitaria para las elecciones municipales y congresuales, así como para una posible segunda vuelta electoral.

La Junta Central Electoral (JCE) gestiona con eficiencia la organización de los comicios presidenciales, congresuales y municipales, al tiempo que se resalta que los partidos políticos, con el ejercicio de la democracia interna, también contribuyen al éxito de esos certámenes libres, transparentes y concurridos. Lo ocurrido durante el fin de semana en términos partidarios es indicativo de que se fortalece la democracia política.