TOKIO, 19 Feb 2015 AFP – Más de 2.000 personas denunciaron al periódico japonés Asahi para que rectifique públicamente sus artículos sobre los prostíbulos militares durante la Segunda Guerra Mundial, argumentando que han mancillado la reputación de Japón, indicó este jueves la prensa. La denuncia colectiva, que incluye a ciudadanos japoneses que viven en Estados Unidos, fue presentada ante el tribunal del distrito de Tokio, indicó Asahi y otros periódicos. Según los denunciantes, los artículos publicados en los años 1980 sobre las mujeres esclavas dieron la falsa imagen de que Japón y su ejército pusieron en marcha un sistema de esclavitud sexual.
La denuncia pide al periódico que pague tres millones de yenes (unos 253.000 dólares) de compensación y que publique mensajes de disculpa en la prensa internacional. El mes pasado, cerca de 8.700 personas, entre ellas varios diputados conservadores y profesores, presentaron una denuncia similar.
En los años 1980, Asahi publicó varios artículos sobre este periodo basándose en el testimonio, luego desacreditado, de un japonés que decía haber reclutado a mujeres coreanas para los prostíbulos militares. Tras años de presiones, el periódico pidió disculpas y su presidente dimitió pero el caso ha vuelto a resurgir con la llegada al poder del conservador Shinzo Abe, que quiere mejorar la imagen de Japón. La extrema derecha japonesa intenta rehabilitar el papel de Japón durante la Segunda Guerra Mundial frente al discurso de culpabilidad que ha prevalecido hasta ahora sobre las atrocidades cometidas durante ese periodo.
A pesar de la escasez de archivos oficiales, la mayoría de historiadores consideran que unas 200.000 mujeres, en su mayoría coreanas pero también de China, Indonesia, Filipinas y Taiwán, fueron obligadas a prostituirse en prostíbulos militares llamados «puestos de confort». Los historiadores están de acuerdo en que las mujeres fueron obligadas a prostituirse y que el ejército imperial y el gobierno estuvieron implicados directamente o de manera tácita en el sistema. Sin embargo los representantes de extrema derecha afirman que eran prostitutas ordinarias y que se trataba de un intercambio comercial. AFP