Editorial

Desagravio

Desagravio

Diplomáticos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Unión Europea, Perú y de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) observaron el funcionamiento del Plan de Regularización de Extranjeros, al que definieron como una gran experiencia útil para afrontar casos similares a nivel mundial.

El representante de la oficina local de la OIM, Cy Winter, promovió la idea de que delegados de esas legaciones conocieran el trabajo y esfuerzo que realiza el Gobierno dominicano para documentar a inmigrantes irregulares.

Lo resaltante de esa visita ha sido que esos diplomáticos observaron sobre el terreno un programa de regularización migratoria que se aplica sin prejuicio y con absoluto apego a una sentencia del Tribunal Constitucional que ordena proveer de documentación a esos inmigrantes en conflicto con la ley.

En el traspatio se mercadea la especie de que ante el mundo República Dominicana es vista como un Estado paria que promueve la desnacionalización, racismo y xenofobia, infamia que contrasta con los elogios vertidos por esos diplomáticos al Plan de Regularización Migratoria.

Al embajador británico, Steven Fisher, se le atribuye decir que las autoridades dominicanas realizan un gran trabajo en la ejecución de ese programa migratorio, mientras que el representante de la OIM, definió como un logro el registro de 146 extranjeros que residen aquí en forma irregular.

Lejos de asociarse a la campaña de denuestos contra el gentilicio dominicano, el representante de la Organización Internacional para las Migraciones dijo que todos los países deberían aplicar un programa similar al que ejecuta el Gobierno, del que reconoció también que representa una gran inversión económica.

La visita de diplomáticos estadounidenses, ingleses, peruanos y de la Unión Europea a la sede del programa de Regularización Migratoria y sus elogios a ese plan se interpreta como un acto de desagravio a República Dominicana por tan profusos e injustificados denuestos vertidos dentro y fuera de su geografía.

El Gobierno ha cumplido cabalmente al ejecutar un programa de regularización de indocumentados que conlleva una fuerte inversión económica. Quienes hablan de fracaso deberían dirigir la mirada hacia las autoridades haitianas que no han cumplido con el compromiso de proveer documentos de identidad a sus nacionales.

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación