¿Desaparecen las peñas?

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Desde que yo  era un mozalbete escuchaba a mis padres, tíos y abuelos hablar de las famosas peñas, juntas o reuniones informales  de temas diversos. En países de personas expresivas como el nuestro, que de todo queremos opinar, las peñas son comunes en los barrios, clubes, cafeterías y colmadones…

Las peñas deportivas fueron emblemáticas y una de ellas, según me cuentan, fue la del Lucky Seven,  ubicado en Gascue, en la década del sesenta y setenta. Esta peña reunía a notables  comentaristas deportivos y  destacados profesionales de muchos sectores apasionados del deporte.

Hoy en día no existen peñas deportivas, la última que  recuerdo se hizo en dos lugares: Mofongo de la 27, establecimiento desaparecido donde se hizo un gran junte llamada el Club de los Sábados, organizado por Henry Bournigal, hijo del siempre recordado periodista deportivo, Jorge Bournigal.

Al junte, al que asistía por ser un joven precoz, iban personalidades de la talla: Tuto Mota, Johnny Naranjo, Tomasito Jiménez, Luis Bournigal, Oscar Pina, Miguel Castillo, Jorge Núñez, Fernando Pérez, Gonzalo Briones, Papo Romero, Fermín Rodríguez, Alfonso Muñoz Cordero y otros.

Esa peña después paso por dos lugares más: el bar del Escogido, situado en la primera planta del viejo estadio Quisqueya, coordinada por Evelio Oliva, quien también fue el jefe del viejo Lucky Seven, al que no asistí por la edad, pero escuchaba a mi viejo, ya fallecido, hablar de los buenos momentos que pasaba en ese lugar donde el trago social nunca faltaba y las discusiones casi siempre beisboleras..

En ese bar, siempre recuerdo a Bamby Lugo, ido a destiempo, con el que aprendí mucho de beisbol, hombre de armas a tomar cuando se trataba de defender su punto de vista en  beisbol y otros temas..

La  tertulia  se mudó por varios años a la Esquina de Tejas,  que se hizo famosa por los emparedados cubanos, un cocido que enfrentaba la resaca y otros platillos puestos en escena por su propietario, el siempre atento Pedro Montequin,  cubano, que también partió al más allá… Estas juntas eran puramente deportivas y hasta se pasaba lista para saber quienes acudían con regularidad.