Varias organizaciones hicieron un llamado al presidente de la República Dominicana, Luis Abinader, al presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, y a los miembros del Congreso dominicano a no aprobar el Código Penal sin la despenalización del aborto en las tres causales. Esto permitiría garantizar un mínimo de derechos a la salud y a la dignidad de las mujeres, conforme a los compromisos internacionales de derechos humanos del Estado dominicano.
Como se conoce, las tres causales se refieren a aquellos casos en que el embarazo 1) represente un riesgo para la vida de la mujer, 2) sea fruto de una violación o incesto, o 3) existan malformaciones fetales incompatibles con la vida.
El presidente de la Cámara de Diputados informó el pasado 17 de agosto, prácticamente el día siguiente de su juramentación, que desde el martes sucesivo se sometería el nuevo proyecto de Código Penal sin incluir el tema de la despenalización del aborto, como iniciativa de los primeros 100 días en las funciones que ocupa.
Es hora de que se garantice a las mujeres dominicanas sus derechos humanos, sexuales y reproductivos que figuran en las tres causales de despenalización del aborto, según la más moderna tendencia legislativa a nivel mundial. De esta forma podríamos por fin salir del vergonzoso grupo de países que en Latinoamérica prohíben totalmente el aborto, como Nicaragua, Honduras, El Salvador y Haití.
Consideramos que remitir la despenalización del aborto a un proyecto de ley como algunos diputados proponen, es enterrar la posibilidad que se despenalice en sus tres causales y reenviar la decisión a un tiempo insostenible. En efecto, remitir la despenalización del aborto a un proyecto de ley, podría ser considerada como una estrategia política dilatoria para no despenalizar el aborto en sus tres causales.
Impulsar la despenalización de las tres causales del aborto es un avance imprescindible para el respeto de los derechos fundamentales de las mujeres en República Dominicana. Forzar a una mujer o niña a llevar a término un embarazo resultante de una violación o cuando el feto no es viable constituye un acto cruel, inhumano y degradante.
Además, la criminalización del aborto profundiza la discriminación en contra de las mujeres más pobres que no pueden salir al extranjero para beneficiarse de servicios de aborto legal y seguro.
Dr. Manuel María Mercedes