En la 81 Asamblea General de la SIP en Punta Cana todos los expositores coincidieron en la trascendencia de la libertad de prensa como sustento del sistema democrático. Pero el presidente de la SIP, José Roberto Dutriz, expuso un punto crítico al advertir sobre lo que definió como creciente deterioro de la libertad de prensa en Estados Unidos bajo el Gobierno de Donald Trump.
Por lo regular las presiones en la nación contra los medios de comunicación se tocaban de soslayo, casi con miedo, pero en esta ocasión la crítica ha sido frontal. Dutriz puso el dedo en la llaga al advertir que la “peligrosa deriva” podría tener un efecto cascada en el resto del continente americano.
De hecho en varios países se han generado confrontaciones y demandas de gobernantes y funcionarios contra periodistas y periódicos. Atina el presidente de la SIP al señalar que la embestida contra la prensa en Estados Unidos no puede verse como un problema aislado ni doméstico, sino que por la influencia política, económica y cultural de Washington tiene repercusiones continentales.
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Dutriz rompió con la habitual retórica al advertir que las intimidaciones a la prensa en Estados Unidos debilitan los sistemas democráticos dado que la finalidad es controlar el flujo informativo y silenciar las voces críticas que demandan la rendición de cuentas y la transparencia gubernamental. Medios y periodistas enfrentan muchos retos, que se agravan con presiones como las denunciadas por el presidente de la SIP en Estados Unidos.