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Ayer, el Centro de Estudios de Género, CEG, del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC), presentó el documento: “Deudas y moras del país con las mujeres: Analizando los nudos que limitan la igualdad sustantiva y la autonomía 2022”, analizando en cifras la situación de las dominicanas en este día. Con motivo de este Día Internacional de la Mujer, compartir algunos de estos datos, es obligación a la fecha y al mes que la envuelve, en una serie de artículos.

Económicamente, la pobreza monetaria del país asciende a 17.3%, para un 16.1% en el caso de los hombres y un 19.3, las mujeres, determinándola, femenina. Además, los indicadores de indigencia, en los hogares encabezados por mujeres presentan un 2.9% de indigencia, casi un 21% mayor que aquellos hogares encabezados por hombres.

ondiciones están relacionadas con la brecha laboral de más de 24 puntos porcentuales en favor de los hombres, con una tasa global de participación de 51.5% para las mujeres, mientras que, para los hombres, es de 75.7 por ciento, presentando un mercado de oportunidades de trabajo, mucho mayor para ellos.

En salud, terminando 2021, la tasa de mortalidad materna en el país ascendía a 169 por cada 100,000 nacidos, siendo esta un 23% superior a la registrada al término del año 2020 (137 por c/ 100,000 nacidos vivos). Indicando 266 muertes maternas, unas 50 muertes más que en 2020. Situación especialmente alarmante en el caso de la región de salud Cibao Occidental (Valverde, Santiago Rodríguez, Monte Cristi y Dajabón), en donde la tasa de mortalidad materna se disparó hasta un 300%, en la región Del Valle (Azua, San Juan y Elías Piña) con un 248%, y en la región Cibao Central (La Vega, Sánchez Ramírez y Monseñor Nouel) con 213% (DIGEPI, 2022). Mientras tanto, preocupante es la proporción de más de 47% de cesáreas practicadas, cuando la tasa ideal recomendada internacionalmente es de 10 a 15%.

La deficiencia del Estado dominicano en la promoción y garantía de una política integral de derechos sexuales y derechos reproductivos, la representa el alto índice de embarazos en adolescentes, 1 de cada 4 partos (24.4%) en el país durante el año 2021, y la penalización absoluta del aborto, sin contemplar causas eximente necesarias como en la mayor parte del mundo. Ambas situaciones constituyen elementos fundamentales de la manifestación de la desigualdad de género en el país desde la salud.

Estas cifras demuestran que el Estado dominicano, a pesar de promoverse como tal, no se administra en democracia.