Hay que preguntarse si, hoy martes 11 de enero, será el “día cero”, en referencia a un proceso de más de 21 años, plagado de maquinación, intriga y negociaciones, por cuotas de poder entre las organizaciones políticas, y los grupos de poder de facto, siempre en contra del pueblo.

¿Será hoy, víspera de concluir la presente legislatura, que se imponga la sensatez democrática y el respeto, o, por el contrario, que, retrocedamos al medioevo y a la exclusión de los derechos de la mayoría, en favor del atraso y el continuismo arcaico?.

¿Día cero? Para desmantelar los adelantos conseguidos en enero de 1997, por un Congreso mucho más avanzado entonces. El de hoy, forzó el procedimiento constitucional en materia de sus propias atribuciones, para borrar conceptos científicos adquiridos a partir de la experiencia y el conocimiento, consignados hace casi cien años, constando en compromisos adquiridos con la comunidad internacional.

¿Día cero? Para que la ciudadanía no tengamos que oír disparates como que, “la orientación sexual es parecida a la orientación alimentaria”, hablando hasta de lo que es “un gusto”, argumentando que, hay que votar el Código Penal porque lo espera un pastor líder evangélico y un obispo. (¡Qué vergüenza!).

¿Día cero? Para que, ese Congreso deje de escudarse en el aborto y su despenalización y muestre sus verdaderas intenciones de favorecer la impunidad de los militares, las iglesias, el funcionariado que, sumido en la descomposición y la doble moral, nadan en la corrupción. Y quieren dar poder a los militares y a las iglesias para crear sus propios tribunales, al margen de la justicia que funge para todo el mundo, diciendo que tendrán su propia jurisdicción para delitos penales.

¿Día cero? Para que las iglesias sean exoneradas de compromisos y sean el equivalente a los organismos del Estado, o para que se acaben los privilegios y el parasitismo religioso empresarial que viola la libertad de creencias establecidas por la Constitución.

¿Día cero? Para que terminen la aplicación de procedimientos de parte de la Cámara de Diputados y Diputadas, que violan la Constitución de la República, valiéndose de triquiñuelas y tratando de engañar al propio pueblo que representan, poniendo en peligro la institucionalidad democrática de este país, sorprendiendo, confundiendo y engañando al pueblo.

Esperamos este día cero, de los poderes públicos en la gobernanza, en la seguridad, el orden público, la paz social, el desarrollo de nuestro pueblo en avance, no en retroceso. Día cero, todas las personas y todas las edades, incluidas.