El presidente de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) aseguró hoy que la industria nacional mostró su capacidad de resiliencia, exponiendo atributos que la convierten en un acompañante en todo momento del desarrollo, la estabilidad económica y social del país.
Celson Juan Marranznini dijo que en la producción industrial se mantuvo activa la producción, la cadena de suministros y los empleos durante la crisis de la covid-19 que aún se mantiene.
Definió los incrementos de precios en los comodines internacionales como una secuela de la pandemia de covid-19.
En su rendición de cuentas en un evento definido como “Todos somos industria”, celebrado con la presencia de la vicepresidenta Raquel Peña, presentaron testimoniales, cifras, para demostrar el nivel de apoyo al país del sector industrial en medio de la crisis generada por la covid-19, así como sus posibilidades para hacer de la economía dominicana una potencia industrial en la región.
Exhibió el orgullo de los productos hechos aquí y las marcas icónicas que representan al país en decenas de capitales del mundo, el presidente de la AIRD, Celso Juan Marranzini, planteó la necesidad de preservar la base productiva avanzando hacia la reindustrialización de República Dominicana.
Aseguró que, sin duda alguna, no existe la posibilidad de que un país sobreviva sin un aparato industrial fuerte que garantice la supervivencia de sus ciudadanos, bienestar para la sociedad y los ingresos necesarios para el Estado.
Al referirse a los desafíos planteados por la pandemia de covid-19 invitó a los presentes, mediante múltiples preguntas, a imaginar qué hubiese pasado si el país no contara con una estructura industrial fuerte. Reconoció que la industria no salió totalmente ilesa pero aseguró que ha ganado la batalla y que está mejor preparada que nunca para hacer de República Dominicana una potencia industrial en la región.
“Ha sido un esfuerzo mancomunado del Estado y el sector industrial que ha permitido que alimentos, bebidas, medicinas, insumos de índole diversas, artículos de higiene, mascarillas, pudiesen llegar a los hogares dominicanos y la escasez, el hambre, la inflación no tomase un camino galopante del cual hoy estaríamos lamentándonos fuertemente”, dijo Brache.
Indicó que en este contexto la industria ha trabajado de la mano con el Gobierno y no ha fallado en el abastecimiento de la población, evitando una de los peores fenómenos para los consumidores: la escasez en medio de presiones alcistas de precios.
Explicó que una industria resiliente, como la dominicana, conviene al país pues garantiza estabilidad económica, estabilidad social, crecimiento del PIB, empleo de calidad, salarios competitivos, aportes al fisco, responsabilidad social, sostenibilidad, por lo cual toda voz dominicana debe levantarse para decir: “preservemos la industria.”
La reindustrialización del país “no es una carrera de corto alcance, sino un maratón que se gana y ganará en el día a día, al garantizar la competitividad de las industrias; continuar superando obstáculos y evitar el surgimiento de nuevos; seguir dotando al sector de un marco jurídico e impositivo que garantice nuevas inversiones, que frene el incremento de los ilícitos y la competencia desleal y que garantice ser punta de lanza del desarrollo sostenible”.
“Un maratón no se gana el día de la carrera. No se gana por el hecho de que, como industrias, hemos demostrado que poseemos buenos músculos para ganar. Se gana en todo el proceso previo de entrenamiento, de medidas, de decisiones”.
En medio de sus palabras fue presentado un video corto titulado “Todos somos industrias” en el cual se muestra cómo la producción industrial dominicana está presente en la vida cotidiana de una maestra –que puede ser cualquier dominicano- con más de ochenta productos nombrados y otros tantos que son visualizados en la pieza llevando a la convicción de que la industria está en todo y que sin la industria no podría ser posible el estilo de vida moderno.