Mañana martes 19 de diciembre, se cumple un nuevo aniversario de uno de los episodios más valientes y gloriosos de la historia militar del pueblo dominicano conocido, con el nombre de la batalla del “Hotel Matum”, donde una importante comisión integrada por militares constitucionalistas encabezada por el Presidente de la República en Armas Coronel Francisco A.

Caamaño Deñó y distinguidas e importantes personalidades civiles y militares que habían pertenecido al gobierno que había organizado Juan Bosch desde Puerto Rico, bajo cuyo liderato el pueblo dominicano, una parte importante de él había enfrentado las tropas de intervención del ejército de los estadounidenses, que habían invadido nuestro país por órdenes del Presidente Lyndon B. Johnson, avaladas por la funesta Organización de los Estados Americanos, (OEA), desde el 28 de abril 1965, esa comitiva de civiles y militares encabezada por el Coronel Caamaño Deñó, se había trasladado a Santiago para rendir homenaje en el Cementerio Municipal al Coronel Rafael Fernández Domínguez, fundador del Movimiento Militar Constitucionalistas.

El 21 de Diciembre de 1963, habían caído emboscados en Las Manaclas en la Cordillera Central un contingente de militantes del Movimiento Revolucionario 14 de Junio, encabezado por el líder fundador Manuel Aurelio Tavares Justo, que descendían de esas montañas con banderas blancas para entregarse a las tropas que bajo las órdenes del gobierno de facto de El Triunvirato, no respetando las banderas de rendición, dieron muerte a cerca de 20 compañeros, ya que el único sobreviviente que se negó a entregarse fue José Daniel Ariza.

Diciembre es por eso un mes trágico, además de glorioso porque también en diciembre 1962, había ganado las elecciones para Presidente de la República el candidato del Partido Revolucionario Dominicano el Profesor Juan Bosch, el Gran MaestroPolítico Dominicano y de América.

Ese episodio de la batalla “del Matum”, lo que vino fue a ratificar el valor tradicional e incuestionable de nuestro pueblo que como hemos afirmado en diferentes oportunidades es el único pueblo de América que ha combatido para consolidación de su base desde el intrépido y heroico Cacique Enriquillo, héroe de las montañas del Baoruco, que obligó al rey de España a llegar a un arreglo de pasificación recibiendo las fuerzas militares, coloniales de España una derrota que determinó la creación de la Escuela Militar Dominicana que muchos años después llevó a Cuba Máximo Gómez, el más grande guerrillero, que fue el autor de una referencia histórica que decía: “entre Cuba y Santo Domingo hay una cadena de unión, cuyo primer eslabón lo forjó Hatuey con su sangre”.

Ahora en estos momentos que vive el pueblo dominicano, en un lamentable proceso de desorganización que alienta equivocadamente ese “Conglomerado Humano”, como lo llamó Juan Bosch, que quieren reconocer como la república de Haití, que no es un pueblo alfabetizado, que vive en la pobreza más extrema del Continente Americano, creándole problemas y desafíos a la Nación dominicana que daría lugar, sino se le pone fin a tiempo a intervenciones de Organismos Internacionales en nuestro territorio.

Estamos en diciembre, a finales del año 2023, los dominicanos tenemos que actuar con firmeza, pero con prudencia y decisión. Que no jueguen los haitianos y la pandilla de aventureros internacionales que están estimulando los atrevimientos y el irrespeto a la soberanía de este pueblo: “Legendario, Veterano de la Historia y David del Caribe”.