Opinión

Distorsión temática

Distorsión temática

Los intelectuales trujillistas disponían de argumentos para la defensa de la estatización de la Corporación Eléctrica, pero ¿bajo qué criterios podían ofertar de nacionalista el asesinato de 37 mil ciudadanos haitianos que se hallaban en territorio dominicano? Un verdadero genocidio.
No era necesario matar a un solo haitiano para demostrar dominicanidad. Hoy tampoco se requiere demostrar patriotismo y dominicanidad solidarizándose con un acto de ignominia como lo constituye la funesta sentencia del Tribunal Constitucional, que ha unificado a los haitianos y nos tiene divididos a los dominicanos.

Y se distorsiona el tema de debate cuando se pretende delimitar el problema entre “pro haitianos y patriotas dominicanos”. Los que condenamos la sentencia ¿qué motivos tenemos para ser pro haitianos? Ninguno. Simplemente no estamos de acuerdo con la violación de derechos humanos elementales de varias generaciones de seres humanos.

Es una sentencia inhumana, pero también ilegal, porque otorga un carácter retroactivo que no tienen las leyes. Las leyes entran en vigencia a partir de su promulgación. Y ni hablar de la definición del concepto “tránsito” que se hace en ese tollo jurídico, que sólo ha servido para estimular odio por razones raciales.

Esa fiesta de “dominicanidad” me hace recordar la campaña electoral de 1996, cuando se estructuró el Frente Patriótico para impedir que un hombre de color, hijo de haitianos y de origen pobre, como el doctor Peña Gómez, ascendiera a la Presidencia de la República. Son los mismos sectores y personajes que provocaron un cáncer terminal a Peña Gómez, ahora reciclados con algunos piratas de la política vernácula, como Ray Guevara, que ya ha ofrecido sus servicios a los gobiernos de los tres partidos mayoritarios.

POR: Danilo Cruz Pichardo

d_cruzpi@hotmail.com

Sudelka Garcia

Periodista de El Nacional Digital