Opinión Carta de los Lectores

Dolarización del peso

Dolarización del peso

La dolarización de la economía equivale a una devaluación extra oficial del peso dominicano. Con la prima al 63 por ciento, puntos más o menos, el valor real de mercado del peso es de alrededor de un 40 por ciento.

Quiere decir que cada día el peso pierde la batalla. La comida hoy se fija en dólares, aunque usted pague en la moneda oficial. Todas las compras y ventas de importancia, hasta alquilar una casa o rentar un auto, se fijan de acuerdo a la taza del dólar.

El gobierno tiene que aplicar una línea económica que permita mantener a flote el peso. Con los vaivenes de la prima, también aumentan los servicios y los productos de primera necesidad.

Ello aparte de mercados que no presentan costos de producción y se mueven a la oferta y la demanda. Forma injusta de hacer valoraciones, porque se perjudica a la mayoría que se le factura en dólares y paga en peso.

El que si obtiene grandes beneficios es el turismo. Se ha convertido en la fuente de sustentación de la economía, y mientras el dólar flota, hace mejores negocios. También las exportaciones de renglones determinados experimentan un respiro con una prima tan alta.

Pero la caída del valor adquisitivo del peso proletariza a la sociedad dominicana. La clase media no soporta este temblor económico y sus estragos ya se comienzan a sentir.

Lo ideal es establecer la prima del dólar a un estimado del 60 por uno. La actual está sumamente alta y corroe al peso. Cualquier medida es mejor que todos los días suba la prima varios puntos. Tiene que haber voluntad política para evitar la masiva proletarización de la sociedad dominicana.

La materia prima de casi cualquiera de los renglones se adquiere en dólares, por lo que un chusco se preguntaría .¿Qué hay hoy que esté libre de la caída del peso dominicano?
Recientemente vi una exposición de los negociantes de vehículos y consideraban que con la prima tan alta sus negocios corren camino de estancarse. Podría pasar con la industria de la construcción, que podría alcanzar un tope de ventas de apartamentos, que no podría costear la clase media.

El gobierno y el Banco Central deben de inmediato comenzar a estudiar a fondo medidas salvadoras del peso, para que no se produzca una devaluación extraoficial, pero que se impone de modo real. El control de la prima es de prioridad económica. Una mayor taza perjudicará a todos los sectores nacionales.

Por: Manuel Hernández Villeta

El Nacional

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