Recientemente se llevó a cabo en el ciudad de Boston, una entrega más de los tan prestigiosos Premios Dominicanisimo, hermosa tarea que dos compatriotas nuestros tienen cada año. Son ellos, Santiago Matías (Padre) y su esposa, la también talentosa comunicadora, Milagros Domínguez.
El trabajo que cada año vienen realizando estos comunicadores, los cuales y tal como lo recoge nuestro libro Incidencia del Dominicano en el Desarrollo de Lawrence desde la página 95 hasta la 103, estas dos figuras se han convertido a través de la emisora Power 102.9 FM, en los dueños y el palpitar, no solo de los dominicanos que cada tarde sintonizan dicha estación, sino de toda la comunidad hispana, que atentos escuchan las sabias orientaciones de Matías y de Domínguez, quienes junto al equipo que le acompaña sirven de guía sobre los temas del momento, tanto de los de aquí, como de los de allá.
Estos premios nacieron luego que uno de los periódicos de la zona maltrató en sus páginas a la comunidad dominicana, residente en los Estados Unidos, en donde, no reconociendo sus atributos, el medio no resaltó algo que según Matías debió resaltar; fue cuando este le envió una carta al tabloide, la cual fue ignorada.
Esta acción, según argumenta Santiago, fue lo que provocó, que él se pusiera a analizar la situación y luego de reflexionar sobre el particular, decidió darle rienda suelta al Premio Dominicanísimo, el cual, luego de la selección de un jurado dispuesto para tal efecto, se han venido escogiendo los más destacados de nuestra patria, tanto a nivel nacional como internacional, pero que sean dominicanos.En esta ocasión y por asunto de espacio, debemos expresar que el máximo galardón como “Excelencia a la Patria: Gran Dominicanísimo”, recayó sobre el pelotero de grandes ligas, David Ortiz.