El “dominicano ausente”, aquel que, marginalizado por el sistema emigró en busca de oportunidades, hoy se erige como un tesoro valioso e indispensable convirtiendose en el mejor “producto” de exportación de la República Dominicana. Casi todo el dominicano que vive en los Estados Unidos -si tiene trabajo- le envía una «boronita» a sus familiares aquí en el país. ¡Son muchos los dólares que entran al país por éste concepto!.
No hay duda, la función del dominicano ausente es muy importante en el sentido económico; pero ¿sabía usted que es de igual importancia el aporte que hacen en lo social? Tomemos en cuenta que casi el 80 % de los dominicanos que se ven obligados a emigrar no creen en que la educación es la llave que abre las puertas de la superación, o no tienen una preparación académica adecuada.
Regularmente (con sus excepciones) pertenecen a la clase marginada o son campesinos que se cansaron de trabajar con el arado y el machete sin ver el fruto de su sudor que, en lugar de florecer, se perdía en las entrañas de la tierra que araba.
Según la Dirección de Investigación y Estudio del Viceministerio para las Comunidades Dominicanas en el Exterior, en diciembre del 2022, un total de 2,835,593 personas de origen dominicano residían de manera oficial fuera del país. Esto sin contar los que residen en el extranjero sin contar con la documentación adecuada.
Estimemos que, en la actualidad, la población de dominicanos en el extranjero es de alrededor de 3.1 millones y que una gran parte de ellos pertenecía, antes de emigrar, a “los pobres de este país.”
He aquí el aporte de estos dominicanos ausentes en otras áreas de igual importancia para el desarrollo de nuestro país.
Válvula de escape para el sistema educativo publico. Imagínese nuestro país con medio millón de estudiantes más. Cuantas aulas, maestros y administradores les están ahorrando al país. Ahorros en el sistema de salud. Tres millones de dominicanos que no usarán los hospitales públicos ahorrándole al país en medicinas, médicos, enfermeras, y tiempo para atender a los demás.
Según el Colegio Médico Dominicano, el gasto por salud se redujo a 1.8% del Producto Bruto Interno (PBI) lo que representaría un gasto promedio de cerca de 200 dólares por personas. Solo en este renglón, los 3 millones de exiliados económicos le ahorraron al estado dominicano mas de US$600 millones!
Por. Felipe Lora Longo