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Dominicanos comparten la pasión por los juegos con las salas de cine

Dominicanos comparten la pasión por los juegos con las salas de cine

El cine, junto al béisbol, las peleas de gallos y los juegos de loterías es, desde hace más de 100 años, una de las grandes pasiones de los dominicanos. Es donde se exhiben películas en todos los formatos existentes, desde el análogo, pasando por 3D hasta IMAX.

El cine tuvo su debut en República Dominicana en agosto de 1900, hace 114 años, en el teatro Curiel, en la norteña ciudad de Puerto Plata, donde el industrial Francesco Greco mostró el cinematógrafo.

Hoy, 114 años después, el Distrito Nacional alberga 107 modernas salas de cine, en muchas de las cuales se exhiben costosas cintas, al mismo tiempo que en Estados Unidos.

Se estima que el auge de las salas de cine comenzó en República Dominicana a finales de la década de 1930, y ya para 1965 era de tal magnitud, que sólo en el Distrito Nacional operaban alrededor de 46 salas de cine, pese a que la población de Santo Domingo era de apenas 700 mil habitantes.

De esas 46 salas de cines que existían hace 49 años, ocho estaban instaladas en la Ciudad Colonial, siete en la avenida Duarte, tres en la avenida Mella, igual número en la avenida Braulio Alvarez, y dos en la calle José Martí.

Los cines de la Ciudad Colonial eran el Mella, en la calle Duarte con Conde, donde también estaba el Rialto; Capitolio, en la calle Arzobispo Meriño, frente a la Catedral; Santomé, que también fue llamado El Encanto, en la calle de El Conde.

También estaban en la Ciudad Colonial el Cine Militar, de las Fuerzas Armadas, en la calle Isabel La Católica, en la plazoleta del Arzobispado de Santo Domingo; Leonor, en la arzobispo Nouel y el Olimpia, en la calle Palo Hincado.

El cine Independencia estaba en la calle Mariano Cestero a esquina Enrique Henríquez, donde hoy opera Telemicro.

En la avenida Duarte estaban el cine Julia, que también fue llamado Estela, donde hoy está Plaza Lama y el Coliseo Brugal, frente al cine Julia; el Diana, el cine Max que también fue llamado El Travieso, el Marlboro, en la calle Concepción Bona casi esquina avenida Duarte.

Otros cines de la avenida Duarte eran el Montecarlo, frente al liceo Juan Pablo Duarte y el Municipal, llamado despectivamente (El Miaíto) en las proximidades del Mercado Nuevo.

En la avenida Mella se instaló El Apolo, uno de los primeros cines del país, ubicado casi frente al cuartel de Bomberos; Mi Cine, más al Este y el famoso Lido, en el que se exhibían películas eróticas en tandas corridas desde las 5:00 de la tarde.

Mientras que en la avenida Braulio Alvarez operaban los cines Balani, aledaño a la avenida Duarte; Trianón, frente al parque de ese sector y el Radhamés o Cupido, en la misma vía, casi a esquina Erciná Chevalier.

En la calle José Martí estaban los cines Héctor, el cine Alma, y en Gazcue, en la avenida Pasteur estaba el cine Elite, donde opera el canal 13.

En San Carlos funcionaban el Paramount, en la calle Gerardo Jansen y el cine San Carlos en la calle Abreu.

El cine El Coloso estaba en el sector Las Flores, de Cristo Rey; el Luna, en la calle Paraguay, entre las calles Juan José Duarte (antigua 27) y la 14 de Junio (antigua 29), del ensanche La Fe; el Atenas, en la calle Ravelo, entre las avenidas Duarte y José Martí.

Otros cines famosos fueron el Ketty en la calle Marcos Ruiz a esquina Moca, en Villas Agrícolas; El Popular, en la calle Moca, entre las calles Marcos Ruiz y Ramón Ramírez; Janet, en la calle Francisco Villa Espesa a esquina Charles Piet, en Villa Consuelo y el Cometa, en la calle Peña Batlle, entre la Summer Welles (antigua 21) y la Osvaldo García de la Concha (antigua 23).

Los residentes en el Distrito Nacional también acudían al teatro de la Voz Dominicana, del Oratorio Don Bosco o al cine de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, mientras los residentes en la zona Este de Santo Domingo acudían al cine Arelis, en la avenida Venezuela, o a uno de los tres cines en la tercera planta del mercado de Villa Consuelo.

Otras salas de cines eran el Ranfis, en la avenida San Martín, y los autocinemas Naco, en la Fantino Falco, en el ensanche Naco; Iris, en la avenida Independencia, donde está La Coca Cola y el Jaqueline, en el kilómetro 11 de la carretera Sánchez, donde estuvo Divertilandia.

La mayoría de esas salas ya no existen o fueron convertidas en almacenes, tiendas de muebles, o simplemente fueron demolidas para levantar otras edificaciones.

UN APUNTE

Derribados

Muchos de los cines que existían en Santo Domingo hace 49 años, hoy son almacenes, mueblerías, locales comerciales, cafeterías, mientras otros fueron demolidos para dar paso a nuevas construcciones de carácter comercial e industrial.