Opinión Carta de los Lectores

Economía popular

Economía popular

La situación económica dominicana no parte de un aumento salarial, sino de que se debe impedir que floten los precios y cercenar el agiotimo y la especulación. El reciente aumento salarial, en su poder de gasto, prácticamente desapareció.

Fueron aumentados todos los precios de los alimentos y los servicios, lo cual podría llevar a una crisis económica, si se toma en cuenta el número de desempleados, trabajadores ocasionales y chiriperos, que no dependen del salario mensual.

Antes que aumento salarial unilateral, lo ideal es crear un mecanismo de controlar los precios de los alimentos y las medicinas, que si son variantes que inciden en la vida diaria.

Nadie puede negar que el aumento salarial fue un paso de avance, que introdujo mejorías en los niveles de vida de los afortunados, pero siempre presiona los bolsillo de otros sectores que no cobran una o dos veces al mes.

Fue un buen golpe de efecto, pero quedan esas luces apagadas casi de inmediato por la triste realidad del poder de compra que se maneja con dinero en proceso de reflujo. Además, se intercambia en una economía totalmente dolarizada.

A pesar del desarrollo nacional, la economía luce incierta en los cuadros medios y bajos de la población. El progreso no llega igual para todos. Si se trata de aumentos colectivos del salario mínimo, la alegría dura poco y viene el crujir de dientes.

Lo ideal es que se controle el quintil inicial y medio de la economía, con una carga de buscar soluciones al reducido poder de compra del peso, y la realidad social de millones de dominicanos.
Sería ilusorio planear que se dé una economía estabilizada como en un cuento de hadas, siempre habrá pobres, ricos y marginados. Toca a los planificadores económicos oficial lograr un consenso de mejoría con el sector empresarial.

El capitalismo de rostro humano se debe imponer, repartiendo pequeñas porciones de la gran bonanza económica, y saber que la tranquilidad social proviene de qué los irredentos encuentren el pan diario.
Los problemas dominicanos son fáciles de resolver, si hay consenso y buenas intenciones. No solo le corresponde al gobierno mantener los programas sociales, sino que también los empresarios deben mancomunar esfuerzos para que el pan llegue a todos.

Pueden estabilizar con las medidas destinadas a que se rebajen los precios de los artículos de primera necesidad, comenzando con los alimentos, y agregando las medicinas y los servicios.

Por: Manuel Hernández Villeta

El Nacional

Es la voz de los que no tienen voz y representa los intereses de aquellos que aportan y trabajan por edificar una gran nación